Los números del modelo de financiación autonómica correspondientes a 2022 –último ejercicio liquidado por el Ministerio de Hacienda– corroboran que existe un grupo de comunidades con una desventaja clara y crónica en el dinero que reciben en comparación con la media del conjunto de las quince regiones del llamado régimen común. Y entre esas autonomías damnificadas por la aparente falta de equidad del sistema no se encuentra Cataluña. Un análisis divulgado ayer por la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) sostiene que la Generalitat catalana obtiene recursos que superan ligeramente la media (en nueve décimas), como ha ocurrido por lo general durante las últimas dos décadas, según el mismo observatorio, dirigido por el hacendista asturiano Ángel de la Fuente.

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