El lado oscuro del deporte se ha vuelto a cruzar en la vida de Carolina Marín. Carolina es sin duda una de los mejores jugadores de bádminton de la historia. Es campeona olímpica y tres veces campeona del mundo, una historia única donde el deporte es su forma de entender la vida, pero desgraciadamente ha tenido que lidiar en varias ocasiones con una serie de contratiempos que la han dejado apartada de las grandes competiciones.

El 27 de enero de 2019, mientras disputaba la final del Masters de Indonesia, Carolina Marín cayó lesionada tras romperse el ligamento cruzado anterior de su rodilla derecha. Fue su primera lesión y la dejó sin competir durante casi un año, pero con el claro objetivo de recuperarse y volver para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Con la pandemia del Covid-19, estos Juegos Olímpicos se retrasaron y pasaron a celebrarse en el verano de 2021, pero un nuevo contratiempo iba a sacudir a la deportista española. Apenas un mes antes de la ceremonia de inauguración, Carolina se rompió los dos meniscos, dejándola de nuevo sin juegos y sin el Mundial de bádminton que se celebraba en su ciudad natal, Huelva.

Pese a todo este calvario, Carolina afrontaba estos nuevos Juegos Olímpicos de Paris 2024 con el objetivo de reivindicarse y de volver a lo más alto, pero un nuevo infortunio la sacudió. Mientras disputaba su partido de semifinales contra la china He Bing Jiao, a la que iba ganando sobradamente, Carolina volvió a lesionarse de una de sus rodillas, concretamente se había roto el ligamento cruzado de la rodilla derecha, otra vez la rodilla que le había causado su primera lesión.




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