Casi en un abrir y cerrar de ojos la pretemporada ha transcurrido y la jornada uno de LaLiga en la temporada 2024/25 está a punto de comenzar. Al Valencia solo le resta un test de verano más antes de recibir al FC Barcelona en su debut liguero el próximo 17 de agosto. Y lo hará con más dudas que certezas, tanto en la confección de la plantilla como, por consecuencia, en el rendimiento de la misma. Hasta ahora, los partidos amistosos no han dejado ni mucho menos buenas sensaciones, sino todo lo contrario. Han mostrado al máximo las muchas carencias de un equipo que implora refuerzos en todas las líneas y que, un verano más, están tardando mucho más de la cuenta en llegar. Rubén Baraja, que se había ganado más que nadie un esfuerzo del club en el mercado por su descomunal rendimiento desde su llegada al banquillo, no ha recibido tal recompensa y está obligado a preparar, con la plantilla a medias, un inicio de liga de una complejidad máxima, probablemente de los más difíciles en los últimos años.
Aunque con el apoyo y el aliento de una afición que este curso volverá a ser una de las claves para conseguir el obetivo, subir el telón de LaLiga frente al Barça, el vigente subcampeón, es todo una prueba de fuego. El equipo azulgrana arranca un nuevo proyecto bajo la mano dura de Hansi Flick y comenzar la campaña con buenos resultados es, quizá, más importante que nunca para el Barça para sentar buenas bases y no perder comba en su camino hacia el título de liga. Eso sí, cabe recordar que el Valencia-Barça de la temporada anterior, que concluyó con 1-1 gracias a un golazo de Guillamón en un gran partido del Valencia, fue el despegue definitivo que hizo soñar durante muchas jornadas con el sueño de la Conference Leagueque finalmente se desvaneció.
En la jornada dos el equipo del Pipo Baraja hará frente a su primera salida y será en Balaidos ante un Celta de Vigo que apunta a ser rival directo durante la temporada. El Valencia guarda buenos recuerdos del partido en Vigo de la temporada 2022/23, donde dio un paso de gigante para la permanencia con el gol de Alberto Marí. En la 2023/24 empató a dos en un último partido de temporada sin nada en juego. No regresará a Mestalla el Valencia para la tercera fecha, sino que volará a San Mamés para afrontar un choque a domicilio incluso más imponente ante el Athletic Club. Los leones, asentados en un fiable proyecto con Ernesto Valverde, son de nuevo un equipo candidato a Europa, inclsuo con la ilusión de la Champions a pesar de la competencia.
La jornada cuatro sí será la de la vuelta a Mestalla en el primer derbi autonómico del curso. Los últimos precedentes ante el Villarreal en Mestalla son relativamente positivos, sobre todo con la contundete victoria de la temporada anterior. Sin embargo, el Submarino apunta a disfrutar de una temporada mucho más estable y satisfactoria que la anterior. Desde la llegada de Marcelino en el curso pasado el equipo ‘groguet’ siguió una línea ascendente y estuvo cerca de revertir una campaña que había comenzado con mal pie. Además, el mercado en La Cerámica está siendo positivo y la no clasificación a Europa les permitirá centrar centrar todos los sentidos en liga y Copa con un calendario aliviado de partidos intersemanales.
Y si parecía imposible contar con u inicio de competición de tanto vértigo, la jornada cinco y seis, con el primer parón para compromisos internacionales previo, le depara al equipo del Pipo duelos en el Metropolitano ante el Atlético de Madrid y ante el Girona en Mestalla. El equipo de Míchel todavía debe demostrar que puede mantener el sorprendente rendimiento de la campaña anterior después de que este verano se hayan marchado muchos de sus principales estrellas como Savio, Dobvyk o Aleix García. El mes de septiembre se cerrará con el Valencia recibiendo a Osasuna en Mestalla y visitando en la jornada ocho otro de los estadios más imponentes de Primera División, el Reale Arena de la Real Sociedad. En definitiva, ocho primeros partidos de los cuales seis de ellos son ante equipos de la zona alta.
A la guerra sin armas
Tiempo atrás, el mencionado calendario no supondría tanto problema con el Valencia formando parte de los mejores equipos de España. En la actualidad y con la recesión deportiva con Meriton, la afición está acostumbrada a que su equipo inicie el curso sin los deberes hechos y este mes de agosto no será diferente. Baraja necesita refuerzos en todas y cada una de las líneas y mientras no se resuelva el apartado de salidas no van a llegar todos los necesarios si es que terminan llegando todos. El principal problema de mimbres está en las bandas, con el ‘caso Rioja’ atascado desde hace semanas y el nombre de Bryan Zaragoza como última aparición. La zaga y el centro del campo también deberían ser demarcaciones a reforzar. Lo que está claro es que Dimitrievski y Rafa Mir no es suficiente.