Los chimpancés se comunican por gestos y con vocalizaciones. Sus conversaciones, principalmente gestuales, siguen un patrón prácticamente idéntico al de los humanos cuando conversan y se turnan con rapidez o se interrumpen, según un estudio científico. Es una nueva demostración de que la comunicación humana no es única, y que otras especies sociales no necesitan el lenguaje para «conversar».
Los intercambios gestuales de los chimpancés presentan una estructura temporal sorprendentemente similar a la de las conversaciones humanas, lo que sugiere que podrían compartir mecanismos ancestrales de comunicación. Este hallazgo abre nuevas perspectivas sobre la evolución del lenguaje y la comunicación entre las especies.
Los seres humanos han perfeccionado durante milenios la habilidad de conversar de manera eficiente, tomando turnos a un ritmo rápido y sincronizado, independientemente de las diferencias culturales. Esta capacidad no solo alinea socialmente a los individuos, sino que también optimiza la transmisión de información.
Según el estudio, publicado en ‘Current Biology’, los chimpancés también exhiben esta habilidad de tomar turnos rápidamente durante sus intercambios gestuales cara a cara, y con una latencia entre turnos similar a la observada en las conversaciones humanas.
La investigación se centró en cinco comunidades de chimpancés salvajes del este de África, analizando 8.559 instancias de gestos entre 252 individuos. Los resultados mostraron que en el 14% de las interacciones comunicativas, los chimpancés intercambiaban gestos entre sí, con una mayoría de estos intercambios (83%) consistiendo en dos partes, aunque algunos podían extenderse hasta siete partes.
Conversaciones rápidas y coordinadas
Las latencias entre un gesto y la respuesta gestual fueron comparables a las latencias humanas. Este patrón temporal refuerza la idea de que los intercambios gestuales de los chimpancés son similares a los turnos conversacionales humanos, sugiriendo que ambas especies podrían estar utilizando estrategias comunicativas evolutivamente similares.
Aunque los chimpancés muestran una latencia en sus respuestas gestuales que se superpone con la de las conversaciones humanas, se observó cierta variación entre las distintas comunidades de chimpancés. Por ejemplo, la comunidad Sonso presentaba latencias más largas entre turnos en comparación con las comunidades Kanyawara y Waibira.
Esta variación, según los autores del estudio, podría ser análoga a las diferencias culturales en los tiempos de respuesta observadas entre los diferentes idiomas humanos.
A pesar de estas diferencias, la coherencia en la estructura temporal de los intercambios gestuales de los chimpancés sugiere que podrían estar respondiendo a las señales antes de procesarlas completamente, un comportamiento también observado en los humanos durante las conversaciones.
La capacidad de mantener conversaciones rápidas y coordinadas es una característica clave del lenguaje humano. «La evolución de una estructura comunicativa que favorezca una alineación rápida entre los participantes podría haber sido crucial para aumentar la eficiencia comunicativa, reduciendo el tiempo y la energía necesarios para alcanzar objetivos comunes», opinan los investigadores.
Interacciones cara a cara
«Este tipo de comunicación es más probable que evolucione en interacciones cara a cara con resultados inmediatos y beneficios sociales mutuos», añaden.
Aunque las interacciones gestuales de los chimpancés suelen ser solicitudes imperativas de cambio de comportamiento, lo que explica la frecuencia relativamente baja de intercambios gestuales (14%), la similitud en la estructura temporal de estos intercambios con las conversaciones humanas sugiere orígenes convergentes u homólogos.
Extender esta investigación a otras especies sociales que se comunican a corta distancia podría ayudar a determinar si estas similitudes son el resultado de homología o de otros mecanismos compartidos. Comprender mejor estos patrones podría ofrecer una visión más profunda sobre la evolución del lenguaje y la comunicación en los seres humanos y otros animales.
El estudio demuestra que la estructura temporal de los intercambios comunicativos es consistente en los chimpancés y los humanos, lo que podría haber sido una característica fundamental en la evolución del lenguaje humano. Estos hallazgos no solo amplían el conocimiento sobre la comunicación animal, sino que también subrayan la complejidad y la sofisticación de los sistemas de comunicación en los grandes simios.
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