En el Parque Natural de los Arribes del Duero, en la frontera entre España y Portugal, una pareja de cigüeñas negras ha encontrado un refugio al que regresa cada año para reproducirse. En concreto, la pareja ha creado un «hogar» en la estructura de hormigón para ataguía de desagües de la central hidroeléctrica Castro II en la provincia de Zamora, instalaciones de Iberdrola que proporcionan un entorno seguro para anidar. El pasado mes de abril, la pareja realizó la última puesta de huevos y, en torno al 15 de agosto, como en los últimos años, los pollos ya estarán listos para emprender su vuelo migratorio.
El nido, como explicó Saray del Brío, responsable de medio ambiente de Gestión Duero de Iberdrola, fue avistado por primera vez en 2007 por unos compañeros de la central hidroeléctrica y, desde entonces, la pareja retorna cada año al Parque Natural para criar entre tres y cuatro pollos.
De hecho, el nido ha alcanzado una de las mayores tasas de éxito reproductivo de Castilla y León, lo que demuestra que la estructura de hormigón de la central hidroeléctrica es un lugar seguro para la reproducción y la cría de pollos. La mejor evidencia, es que la pareja de cigüeña negra «repite año tras año».
En este punto, Del Brío destacó dos razones por las que el lugar elegido por la pareja es seguro para anidar. La primera es la ausencia de depredadores, ya que especies que podrían atacar a los pollos, como el zorro, la gineta o la garduña, no tienen acceso al nido. El segundo motivo, es que en el Parque Natural de Arribes del Duero las cigüeñas negras tienen acceso a una gran cantidad de comida, especialmente peces, culebras, cangrejos, ranas y otro tipo de anfibios con los que alimentan a los pollos para que crezcan y no mueran.
Por otra parte, la responsable de Gestión Duero de Iberdrola precisó que la cigüeña negra es una especie que «no es fácil de ver» y que, a diferencia de las blancas que se ha adaptado a la convivencia con las personas y anidan en campanarios de iglesias o en tendidos eléctricos, eligen lugares más recónditos y alejados de la presencia humana para crear sus nidos, tales como cantiles con fuertes pendientes, cañones de ríos y zonas ambientales cuidadas.
Incidió Del Brío en que para la cigüeña negra es imprescindible tener cubierta la necesidad de alimento en la época de reproducción, condición que cumple el Parque Natural de Arribes, que «es una zona protegida y cuidada». De hecho, la presencia de la especie se concentra en el cuadrante suroccidental de la Península Ibérica, aunque también se pueden avistar ejemplares en Parques Nacionales como el de Monfragüe en Extremadura o Doñana en Andalucía, así como en el entorno de ríos y humedales de la Red Natura 2000. No obstante, en el embalse de Alcántara, que también gestiona Iberdrola en la cuenca del Tajo, se ha detectado la presencia y la nidificación de ejemplares.
Aunque la labor de vigilancia del nido de la central hidroeléctrica Castro II de Zamora corresponde a la administración, la pareja y sus crías, se han convertido en «nuestras niñas mimadas» y, casi, «en una seña de identidad» de la infraestructura, remarcó Del Brío, quien también explicó que son los guardas del Parque Natural los que se encargan de elaborar el censo y del seguimiento de los nidos.
Supervisión
No obstante, los trabajadores de Iberdrola conocen en todo momento cómo avanza la reproducción y la cría de los pollos, proceso en el que procuran no interferir para que las cigüeñas estén «tranquilas». Además, en el caso de que sea necesario llevar a cabo alguna maniobra urgente en la central que pueda comprometer la seguridad del nido, los trabajadores de Iberdrola trasladan el aviso al Parque Natural para seguir sus indicaciones y ejecutar la operación «con el mayor cuidado posible», aunque, en condiciones normales, la programación de los trabajos siempre se realiza «fuera de la época de nidificación».
Calcula Del Brío que unos 45 pollos de cigüeña negra han crecido en el nido de la central hidroeléctrica, cifra que supone un rayo de esperanza a una especie que, en la actualidad, está catalogada como vulnerable que, junto a las consideradas en peligro de extinción, son las que atraviesan una «situación más crítica». Además, precisan estrategias de conservación por parte de los gobiernos y de los programas internacionales para proteger los ecosistemas en los que habita.
Saray del Brío, responsable de Medio Ambiente de Generación Duero de Iberdrola. / Redacción
La elección de la pareja de la central hidroeléctrica Castro II para retornar cada año al nido con el fin de reproducirse evidencia que es un entorno seguro y estable y que la convivencia de la especie y la generación de energía es perfectamente compatible. Precisó Del Brío que no solo las centrales hidroeléctricas son lugares seguros para la especie, ya que también espacios en los que se desarrollan proyectos de energías renovables «funcionan como refugios de biodiversidad», porque está prohibido el paso de personas y tampoco se puede practicar la caza ni se usan pesticidas, por lo que muchos animales encuentran en ellos «un buen sitio para instalarse».
La responsable de medio ambiente de Gestión Duero de Iberdrola compagina el cuidado al nido de cigüeña negra con otras muchas funciones. Una de las más importantes es la prevención de cualquier afección del entorno, objetivo que ha cumplido por el momento, ya que desde que en 2019 comenzara a desempeñar el cargo no se ha registrado ningún incidente medioambiental y, como reconoció, «sigo trabajando para que no ocurra». Una parte fundamental de su trabajo, es intentar adelantarse a cualquier situación de riesgo y, junto al resto de compañeros, estar preparada para actuar si fuera necesario.
Por este motivo, Iberdrola organiza simulacros de emergencias para que el personal de la central hidroeléctrica conozca los riesgos y sepa, en todo momento, cómo debe actuar. Otra de sus funciones es gestionar los residuos que puedan generarse en el día a día o el mantenimiento diario de las máquinas de la central hidroeléctrica, al margen de realizar muestreos de calidad de agua de los embalses, en coordinación con la Confederación Hidrográfica del Duero.
Aunque el listado de tareas es largo, Del Brío también se encarga del área de calidad, lo que requiere «mucha labor de oficina» para que el sistema de gestión «esté en orden» y para que todas las operaciones que se realizan queden registradas. No obstante, como subrayó, a nivel general y junto con el equipo de profesionales con los trabaja, el objetivo final es generar energía limpia y gestionar el almacenamiento en los embalses del agua procedente de ríos y arroyos para regular el caudal y evitar el riesgo, tanto de sequías como de inundaciones.
En cuanto al futuro de espacios como el Parque Natural Arribes del Duero, Del Brío reconoció que, en la actualidad, «todos estamos concienciados del valor de nuestro patrimonio natural», a lo que contribuye que las nuevas generaciones «ya han sido educadas en valores medioambientales».
No obstante, remarcó que, en la gestión del patrimonio, «hay muchas partes implicadas», en alusión al sector agrícola y ganadero, al turismo o a la industria de la zona mientras que, la gestión forestal, tanto de montes públicos como de privados, depende de los Ayuntamientos.
«Proteger la riqueza medioambiental»
En este punto puntualizó que el desarrollo económico de la región «es una prioridad en las agendas políticas» porque permite que los pueblos «se mantengan vivos» y fijar población, pero considera que también es prioritario proteger la riqueza medioambiental.
Por este motivo, en su opinión, tanto las administraciones como las empresas deben asumir la responsabilidad de ayudar e implicarse en el cambio hacia una economía sostenible. Además apuntó que factores como el cambio climático «tienen una dimensión ética ya arraigada en lo social» por lo que la tendencia «es y será «reducir las emisiones de CO2.
Para conseguir este objetivo es necesario reemplazar el modelo energético basado en combustibles fósiles por otro más eficiente y de menor coste como el de las energías renovables, postura que defiende Iberdrola y que, para Del Brío, es la que debería aprovechar España como «una oportunidad».
