Los mercados tratan de recuperarse tras un ‘Lunes negro’ de espectaculares caídas a uno y otro lado del Atlántico. Numerosos factores, como los temores a una recesión en Estados Unidos o la erosión del ‘carry trade’ por la fortaleza del yen japonés, confluyeron para provocar los abruptos movimientos observados en las últimas sesiones. Si bien la situación parece haberse estabilizado, los expertos de Banca March lo tienen claro: la volatilidad seguirá siendo «elevada» en el corto plazo.

«A pesar del pesimismo que se ha instaurado a lo largo de la última semana, los recortes simplemente están purgando los excesos«, señalan los analistas de la firma balear en un informe especial de mercados.

Según estos estrategas, estos excesos se deben, en buena medida, a la «elevada concentración» en la subida, que también se ha hecho notar en la corrección. «La caída desde máximos del S&P 500 (-8,5%) se explica en cerca de un 70% por el retroceso de solo 10 empresas del índice», subrayan los expertos de Banca March, quienes señalan que, a pesar de las caídas, el S&P 500 y el Nasdaq (-11,7% desde máximos) acumulan rentabilidades cercanas al 10% en lo que va de año, «muy en línea con la evolución presente tras la corrección actual».

«Las recientes caídas de las bolsas vienen precedidas de unos niveles de valoración exigentes que dejaban a los mercados expuestos a correcciones ante desviaciones del escenario general. A los precios actuales ya hay varios mercados que cotizan con valoraciones atractivas. En el caso del MSCI Europe, la ratio precio-beneficio (PER, por sus siglas en inglés) ya se sitúa por debajo de su promedio histórico», apuntan.

Además, desde un punto de vista técnico y a pesar de la rapidez de las caídas, los indicadores todavía no han entrado en zona de compra. Si bien es cierto que la volatilidad «ha alcanzado niveles excepcionalmente elevados», como demuestra el índice VIX, que alcanzó una cota de 65 puntos no vista desde los primeros días del confinamiento por el Covid-19, hay otras señales que todavía son «inmaduras» como para señalar un «momento claro» de aumento de la exposición a la renta variable.

«En concreto, los índices de fuerza relativa (RSI, por sus siglas en inglés) del S&P 500 no han entrado en sobreventa, las encuestas a los inversores particulares no señalizan todavía suficientes niveles de pesimismo y los indicadores de momento permanecen en niveles neutrales», destacan desde la entidad mallorquina.

Por ello, Banca March reafirma su posición ‘infraponderada’ en renta variable en este contexto, al considerar que la volatilidad continuará en niveles elevados en el corto plazo y que, en consecuencia, «las correcciones se podrían puntualmente llegar a extender».

TEMORES «PREMATUROS»

Con todo, estos estrategas señalan que los temores a una recesión son, cuanto menos, «prematuros» y afirman que, a medio plazo, «existen oportunidades». «Tras las recientes caídas recomendamos esperar a señales de estabilización y estaremos preparados para sacar provecho de la situación si a lo largo de los próximos días se produce una sobrerreacción de los mercados», afirman.

«A pesar de los recientes temores, las cifras del mercado laboral estadounidense son más bien acordes con un aterrizaje suave de la economía. Si bien es cierto que la creación de empleo se ha frenado en julio, se trata de un nivel de contratación más robusto que los registrados habitualmente al inicio de las últimas recesiones», destacan desde Banca March, al tiempo que destacan la fortaleza del PIB estadounidense o la confianza de los empresarios del sector servicios como otros argumentos para sustentar esta tesis.

Por ello, la firma española cree que las expectativas actuales de más de 125 puntos básicos de recortes de los tipos de interés antes del final del año e incluso la probabilidad de una reunión de emergencia de la Reserva Federal (Fed) son «excesivas».

«Una actividad desacelerándose, pero todavía sostenida y una inflación moderándose, deberán permitir que la Fed recorte tipos, pero de forma pausada y segura. Desde un punto de vista histórico, recortes acelerados de los tipos oficiales no son inusuales, aunque solamente ocurren con un deterioro mucho más acusado del empleo. Siguiendo con el ejemplo anterior, en el ciclo de bajadas de tipos del 2000 y del 2007, en el mes de inicio de las bajadas de los tipos de interés de la Fed la economía ya estaba destruyendo empleo, algo muy diferente a los datos actuales comentados anteriormente», sentencian.

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