La Casa Blanca dice que responderá «a cualquier ataque» contra su personal «en la manera y lugar» de su elección

La base de Ain al Assad, situada en el oeste de Irak y utilizada por la coalición internacional que encabeza Estados Unidos, ha sido objetivo este lunes de un nuevo ataque con cohetes, que ha dejado varios heridos, incluidos estadounidenses, y que por el momento no ha sido reclamado por ningún grupo.

«Los primeros indicios son que varios miembros del personal estadounidense han resultado heridos. El personal de la base está realizando una evaluación de los daños posteriores al ataque», ha indicado un portavoz del Pentágono en declaraciones remitidas a Europa Press.

Al menos dos cohetes han sido lanzados sobre las 21.00 horas (hora local) desde la zona industrial de Al Haqlaniya, en el distrito de Haditha, si bien habrían caído fuera de la base, según fuentes locales consultadas por la televisión kurdo-iraquí Rudaw. La Policía ha localizado posteriormente un vehículo abandonado que sería el utilizado para el lanzamiento.

El presidente de Estado Unidos, Joe Biden, y la vicepresidenta, Kamala Harris, se han reunido con su equipo de Seguridad Nacional en la ‘Situation Room’ –sala de crisis– de la Casa Blanca para hablar sobre las actuales tensiones en Oriente Próximo ante un inminente ataque de Irán contra Israel en represalia por la muerte del líder político del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), tras un ataque en Teherán atribuido a las autoridades israelíes.

«La sesión informativa se centró en las amenazas que plantea Irán y sus representantes a Israel y a los militares estadounidenses en la región. (Ambos) han sido informados sobre el ataque a la base aérea en Irak. Hablaron de las medidas que tomarán para defender a nuestras fuerzas y responder a cualquier ataque contra nuestro personal en la manera y lugar que elijamos», ha informado la Casa Blanca.



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