Un grupo de vecinos de una urbanización apartada de Llucmajor llevan varias semanas sin prácticamente poder estar en sus casas porque las propiedades están invadidas de moscas. Muchos de ellos se han gastado auténticas fortunas en insecticidas, pero apenas han solucionado el problema. Los insectos siguen invadiendo las propiedades y los vecinos están desesperados.
Los afectados sitúan el problema en una granja de cría de gallinas que está situada en los alrededores de esta urbanización. No es la primera vez que se quejan de la presencia masiva de insectos, ya que otras veces, sobre todo bajo fuertes temperaturas, han sufrido este problema. Pero este año la situación ha empeorado, de tal manera que los insectos invaden tanto la zona exterior de las propiedades, como el espacio interior. Los propietarios han puesto en conocimiento del Ayuntamiento de Llucmajor la situación que están padeciendo. Un técnico municipal realizó hace meses una inspección, pero se limitó, según señaló uno de los propietarios, a comprobar que toda la documentación de la granja estaba en regla y parece que sí lo está. Sin embargo, «no se trata de un problema de documentación, sino de que hay muchas moscas», señala uno de los afectados por la invasión de insectos.
Falta de higiene
Los propietarios están convencidos de que esta invasión se debe a un deficiente tratamiento de los excrementos que generan las gallinas. Es decir, por la falta de higiene dentro de la granja avícola. «Las moscas van a la suciedad y si no se trata como debe tratarse los excrementos de los animales es normal que se produzca esta invasión de insectos».
Los afectados ya han puesto los hechos en conocimiento de la conselleria de Agricultura, ya que de ella depende el control de este tipo de instalaciones de animales. Los propietarios quieren que los técnicos averigüen la causa exacta por la que se produce esta invasión de moscas, que no solo se concentran en la granja, sino sobre todo por los domicilios ubicados en sus alrededores.
No es la primera vez que esta empresa de cría de gallinas, para comercializar los huevos, tiene problemas con la administración. El año pasado la conselleria de Medi Ambient le impuso una cuantiosa sanción de 150 mil euros por incumplir una ley medio ambiental. Se le multó porque en la zona donde desarrolla esta cría de aves el olor que se generaba era insoportable. Asimismo, la empresa también tuvo problemas con el Ayuntamiento de Porreres, municipio donde también cría gallinas, ya que se ordenó el cierre de las instalaciones por numerosas irregularidades detectadas.
Esta invasión de moscas en Llucmajor también ha ocasionado perjuicios económicos a algunos vecinos que se dedican al alquiler turístico de sus viviendas. Han sido varios los clientes que han renunciado al alquiler debido a la presencia masiva de insectos en prácticamente todas las instancias de las viviendas.