La estación de autobuses de Alicante es lugar de llegadas y salidas, a diario acoge a decenas de pasajeros, algunos habituales, otros no tanto, los que viajan por trabajo o por ocio. Pero sobre todo acoge a personas, como Rosa Sáez, una eldense con problemas de visión que escoge el autobús para desplazarse desde su ciudad hasta Alicante por motivos personales. Desde hace tiempo, ha notado que la megafonía, que antes anunciaba los avisos correspondientes en la estación, dejó de funcionar hace meses. 

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