El primer ministro del Reino Unido, Keir Starmer, ha prometido este lunes mano dura contra los manifestantes de extrema derecha que han provocado importantes disturbios en varias ciudades del país en los últimos días en contra de la inmigración. “Esto no son protestas, es pura violencia. No toleraremos ataques contra mezquitas ni contra las comunidades musulmanas”, ha dicho Starmer tras la reunión del comité de emergencias Cobra, formado por altos cargos de su Gobierno, responsables de las fuerzas de seguridad y miembros del servicio de inteligencia. El ‘premier’ británico ha anunciado el despliegue de un cuerpo de agentes especializados, listos para intervenir en caso de nuevos disturbios, y ha prometido rapidez en la identificación y en el procesamiento por la vía judicial de los detenidos. 

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