España ha vivido en las últimas semanas un episodio de calor que ha dejado temperaturas superiores a los 40 grados en muchas partes del país. Los veranos son cada vez más calurosos y las personas intentan adaptarse como pueden a las extremas temperaturas del interior del país. Y es que ahora las noches también son muy calurosas con los termómetros superando los 25 grados impidiendo el descanso.
Las autoridades no paran de enviar alertas a la ciudadanía acerca de cómo deben protegerse del calor siendo el aire acondicionado y el ventilador las soluciones más habituales en las cuatro paredes del hogar. Las personas mayores son las que más sufren estos episodios de calor y muchas de ellas son pobres energéticamente por lo que tienen que apañarse como pueden para no tener un problema de salud grave.
No solamente el ser humano sufre con estas olas de calor cada vez más habituales. Las mascotas también sienten en primera mano las temperaturas extremas y hay que tener un especial cuidado con ellas para que no les pase nada. Por ejemplo, los perros sufren mucho con el calor porque no pueden sudar a través de la mayor parte de su cuerpo, sino que lo hacen a través de las almohadillas de las patas y jadeando.
Cabe recordar que los perros tienen también tienen más pelaje. El pelo actúa como aislante térmico y retiene el calor corporal mientras que la nariz ayuda a regular la temperatura, aunque esto no es suficiente en los días más calurosos
Jadear es algo muy común en los perros, pero que el ser humano, a veces de forma involuntaria, le impide. La Guardia Civil ha utilizado sus redes sociales para avisar del peligro de colocar un bozal inadecuado a los perros en plena ola de calor. Hay algunos de estos objetos que le impiden por completo abrir la boca para no morder y también para jadear. Mientras, hay otros bozales abiertos con espacio en su estructura muchos más cómodos para los animales ya que pueden jadear fácilmente y también beber agua.
Los expertos también advierten que si tu perro presenta alguno de estos síntomas es que está sufriendo un golpe de calor:
- Jadeo excesivo: Más rápido y profundo de lo normal.
- Salivación excesiva: Babea mucho.
- Vómitos y diarrea.
- Debilidad y dificultad para moverse.
- Desorientación.
- Aumento de la temperatura corporal.
- En casos graves, convulsiones y pérdida de conocimiento.