Si juntas los apellidos “Morente” y “Carmona” sobre un mismo escenario, ¿cuál sería el resultado? Pues puro arte, combinando cultura flamenca y el pop rock.
Y de eso disfrutaron anoche los afortunados que consiguieron entrada para asistir al último de los conciertos programados en el ciclo veraniego del Ágora de la Casa de Cultura de El Campello, protagonizado nada menos que por Soleá Morente y Josemi Carmona, una voz y un toque de guitarra que se entregaron a un público que, como era de esperar, desde muchos días atrás había agotado las localidades a la venta.
Todas las sillas ocupadas -y más que se hubieran dispuesto-, un buen grupo de pie y bailando, y hasta las mesas del hall de la Casa de Cultura llenas. La ocasión lo merecía, y se confirmó el acierto del cartel que puso el broche de oro al ciclo veraniego programado por la concejalía de Cultura que dirige Dorian Gomis.
De Soleá Morente se ha escrito mucho, tanto por su faceta de cantante como de actriz. No se considera “cantaora”, pero sí flamenca, una cultura que irradia en cada canción, en cada pose y en cada palabra, con influencias del pop rock o incluso del rock alternativo. Hija de cantaor y bailaora, tiene una hermana que es toda una figura del flamenco: Estrella Morente. Es decir, que lo lleva en la sangre.
Josemi Carmona es un brillante músico, polifacético y absoluto punto de referencia en la fusión de las músicas del mundo. Toca la guitarra desde la temprana edad de tres años, y su figura en Ketama, grupo al que se unió con 14 años, fue imprescindible. Ha colaborado en los discos de artistas como Paco de Lucía, Alejandro Sanz y Jorge Pardo, además de ser productor de Niña Pastori. Y eso son palabras mayores.
Como dice una de las canciones que ofrecieron, es todo un sueño “que se juntes las estrellas y los mares”. Y … ellos dos lo consiguieron en El Campello.