El Levante tiene un diamante en bruto en sus filas con la presencia de Carlos Espi. El delantero es uno más en la pretemporada del primer equipo y su evolución, a sus 19 años recién cumplidos, va camino a seguir dando pasos de crecimiento. Compaginando titularidades con minutos de refresco durante las semanas de preparación, el procedente de Tavernes de la Valldigna se ganó su estancia en la pretemporada bajo la tutela de Julián Calero tras un curso sobresaliente: 22 goles repartidos en 12 en División de Honor, tres en Copa del Rey Juvenil, cuatro con el filial, uno en la categoría de plata del fútbol español y dos con la Selección Española sub19. Unos números que retumbaron en las profundidades del Ciutat de València y que calaron en el levantinismo, que ve en sus cualidades las vestiduras de un ‘9’ capacitado para dejar huella en Orriols. No obstante, el futuro de Espi tiene dos caminos: primer equipo o cesión, preferiblemente a un Segunda División. 

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