Que la renta variable está disfrutando de un buen año no es novedad. La mayoría de grandes índices acumulan rentabilidades positivas en lo que va de año, con subidas que son de doble dígito en algunos selectivos como el Nasdaq o el S&P 500, muy beneficiados por el rally tecnológico de los últimos meses. Sin embargo, Lombard Odier opina que el argumento para asumir más riesgos ahora «parece menos atractivo».

«Aunque vemos pocos signos de excesos especulativos que tienden a coincidir con el final de los mercados alcistas, el apetito por el riesgo y el posicionamiento de los inversores parecen estar estirados, lo que aumenta los riesgos de una consolidación a corto plazo«, señala Edmund Ng, estratega senior de renta variable del banco privado suizo.

Según este experto, el intento de asesinato de Donald Trump el pasado 13 de julio «no debería cambiar fundamentalmente esta perspectiva», pero «parece probable» que fortalezca el impulso de los sectores que podrían beneficiarse de un segundo mandato de Trump. Cabe recordar que, tras la renuncia de Joe Biden a la carrera presidencial y la emergencia de Kamala Harris como candidata del Partido Demócrata, las bolsas deshicieron parte del ‘Trump trade’ y las encuestas, hasta ahora muy favorables para los republicanos, se han ajustado: según la media de sondeos de FiveThirtyEight, Harris aventaja a Trump en 1,2 puntos.

CÍCLICOS SOBRE DEFENSIVOS

Según explica Lombard Odier en uno de sus últimos informes, sus preferencias son claras: acciones cíclicas antes que las defensivas. Ng señala que esta preferencia se deba a la creencia del banco suizo en que el crecimiento económico seguirá siendo «resiliente» y que el proceso desinflacionario «continuará», lo que debería aliviar las dificultades del coste de vida para los consumidores.

«Los sectores cíclicos también tienen una perspectiva fundamental más brillante. Por ejemplo, las ventas de semiconductores siguen siendo robustas y hay indicios de que la demanda de hardware de consumo, como PCs y smartphones, se está recuperando a medida que el ciclo de reducción de inventarios llega a su fin», señala este experto, quien también señala que esta tendencia «también podría verse impulsada por las ventas de dispositivos habilitados para inteligencia artificial (IA) en los próximos trimestres con nuevos lanzamientos de productos».

Más allá de la tecnología, prosigue Ng, es cierto que las tendencias de consumo han estado disminuyendo. Así, las expectativas de los inversores y la valoración del mercado «también se han ajustado a la baja», lo que está dando «margen para sorpresas positivas» en la temporada de resultados si el escenario central de Lombard Odier de un aterrizaje suave para la economía de EEUU se mantiene.

En cuanto a los sectores defensivos, la entidad helvética subraya que mantiene su exposición baja a pesar de su reciente rendimiento bajo. «Como grupo, no creemos que ofrezcan un punto de entrada atractivo«, asevera Ng, al tiempo que subraya que muchos subsectores continúan enfrentando vientos en contra. A saber, las empresas inmobiliarias cotizadas «están luchando para refinanciar una ola de deuda» y también enfrentan «activos varados» en el mercado, principalmente edificios «que han perdido su valor debido a un mal rendimiento energético o que no cumplen con las regulaciones de sostenibilidad». «Mientras tanto, las empresas de alimentos y bebidas continúan viendo aumentos planos o lentos en los volúmenes vendidos, ya que los consumidores priorizan sus gastos», agrega.

Por el contrario, la compañía mantiene acciones tecnológicas en «pesos de referencia estratégicos» a pesar de las valoraciones récord, ya que consideran que su «fuerte potencial de ganancias» compensa los vientos en contra de la valoración.

¿EN QUÉ INVERTIR?

Teniendo esto en cuenta, Lombard Odier reconoce que su posicionamiento actual da una preferencia clara a las acciones de servicios de comunicación desde finales de 2023. Esto se debe a que estas firmas «ofrecen exposición a oportunidades de crecimiento en publicidad digital y avances en IA«. «A medida que las redes sociales y los algoritmos de búsqueda aprovechan más la IA y los conjuntos de datos propios de las empresas, deberían poder mejorar el retorno de la inversión que ofrecen a los clientes publicitarios», señala Ng.

Asimismo, el consumo discrecional ocupa una posición de privilegio dentro de la cartera del banco suizo, así como los materiales, en medio de una debilidad significativa en el precio relativo de las acciones. Según la firma helvética, los temores de una desaceleración en EEUU y la debilidad del consumidor «ya están en gran parte reflejados en los precios» y, en consecuencia, «las ganancias para el sector podrían superar ahora las expectativas bastante pesimistas».

«Por ejemplo, los precios de las acciones de algunas empresas de consumo discrecional han mostrado una recuperación en las últimas semanas, y vemos potencial para que las ganancias se expandan más allá de los líderes actuales en comercio electrónico y vehículos eléctricos hacia marcas de lujo, acciones relacionadas con la vivienda y cadenas de restaurantes de comida rápida», apunta el experto de Lombard Odier.

Por otro lado, el sector de materiales ofrece una «mezcla interesante» de empresas «que deberían beneficiarse de la recuperación de las actividades manufactureras e industriales globales«. «Algunas ofrecen un crecimiento fiable a un precio razonable, por ejemplo, en gases industriales, donde las empresas pueden beneficiarse de contratos plurianuales y poder de fijación de precios. También creemos que el momento podría ser adecuado para aumentar la exposición a empresas cíclicas de alta calidad, como las empresas de metales y minería», señala Ng.

En este sector, Lombard Odier subraya que el crecimiento «continuo» de la demanda y la oferta restringida hacen que los precios más altos de los metales durante más tiempo sean el escenario «más probable» a medio plazo. «El crecimiento chino y cualquier cambio en la política gubernamental son una incertidumbre aquí, pero creemos que las expectativas son relativamente bajas y ofrecen un buen equilibrio riesgo-recompensa para los inversores», apunta el banco suizo.

Por otro lado, el sector energético podría ofrecer, según la entidad helvética, «algunas características defensivas en un entorno de ciclo tardío«, así como un «sólido» caso de inversión autónomo y beneficios de diversificación para las carteras. Esto, según la firma, si se cumplen sus previsiones de que los precios del petróleo continúen cotizando en un rango de 80-90 dólares por barril en los próximos meses, un nivel en el cual el sector puede «invertir para crecer, reducir sus balances, pagar dividendos y recomprar acciones al mismo tiempo».

«La exposición a estas empresas también puede actuar como una cobertura de cartera en medio de riesgos geopolíticos elevados. En caso de un segundo mandato presidencial de Donald Trump, también esperaríamos que las empresas de energía tradicionales ganen terreno», añade.

Por el contrario, Ng señala que la firma ve «tiempos difíciles» para el sector sanitario. Los altos costes de la atención médica en EEUU, así como los malos resultados para los pacientes se han convertido en «una causa bipartidista» y la firma suiza cree que la presión sobre los precios de los medicamentos continuará.

«Los administradores de beneficios farmacéuticos en EE.UU. también enfrentarán presión continua, en medio de preocupaciones de que su poder de mercado podría estar dañando la accesibilidad y asequibilidad de la atención médica para los pacientes. Aquí veríamos un segundo mandato de Trump como un resultado potencialmente menos dañino para las empresas de medicamentos, dado que su agenda política inicial probablemente se centraría en otras prioridades», reflexiona Ng.

No obstante, estas previsiones podrían verse modificadas ante diversos riesgos, entre los que destaca «cualquier signo de una desaceleración abrupta» del crecimiento en EEUU, un factor que «podría hacer que los inversores cambien de acciones cíclicas a sectores más defensivos». Por el contrario, un aumento en las expectativas de tasas de interés respaldado por una fuerte reaceleración del crecimiento económico podría favorecer a las acciones de valor y de pequeña capitalización. «Por ahora, juzgamos que tales riesgos son limitados», apunta el experto de Lombard Odier.

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