El presidente del Parlament, Josep Rull, iniciará el martes la ronda de contactos para la investidura de Salvador Illa, después de que el líder del PSC le comunicara el sábado que ya cuenta con los apoyos necesarios para ser elegido president. Rull se ha puesto en contacto con los grupos parlamentarios este fin de semana para cerrar la preceptiva ronda, que inicialmente tenía que ser el lunes, pero que finalmente será el martes por cuestiones de agenda de ERC. Fuentes de la Presidència del Parlament apuntan que la Diputación Permanente se reunirá previsiblemente el miércoles, por lo que el pleno de investidura podría ser el jueves.
Justo este lunes los republicanos esperan que el Jovent Republicà, que tiene una diputada en el Parlament, se pronuncie sobre la investidura. Su voto es clave para asegurarle a Illa la mayoría de 68 ‘síes’ para la investidura. El primer encuentro será con el propio Illa, candidato a la presidencia de la Generalitat, y a este le seguirían reuniones con representantes de ERC y de los Comuns, dado que son estos dos grupos los que han acordado votar a favor de la investidura del candidato socialista.
Hecha esta ronda de consultas, el jefe de la Cámara trasladará su veredicto a la diputación permanente, que se reunirá previsiblemente el miércoles, y hará pública la fecha de celebración del pleno. Su intención, señalan fuentes parlamentarias, es celebrar el debate el jueves 8 de agosto, aunque la normativa no marca el período que debe pasar, y el presidente podría estirar más o menos los tiempos.
La investidura de Illa prosperaría, si no hay ningún contratiempo, con una única votación, al tener el líder socialista los 68 votos a favor que marca la mayoría absoluta con los votos de ERC (20), los Comuns (6) y los del PSC (42).
El regreso de Puigdemont
En este caso la situación es atípica: Rull tiene en sus manos, no solo la fecha de la celebración del debate de investidura, sino el calendario para el regreso del expresident, Carles Puigdemont.
Sin el amparo de la ley de amnistía -el Tribunal Supremo rechazó aplicársela al delito de malversación-, el retorno de Puigdemont podría implicar su detención y un encarcelamiento que agitaría todavía más la situación ya tensa en el Parlament.
Si bien Rull ha asegurado que la policía no entrará en el hemiciclo y que el expresident, mientras esté en el interior, tiene garantizada su libertad, voces cercanas al presidente aseguran que es probable que si es arrestado, el jefe de la Cámara decidirá suspender el pleno, al tener un diputado «privado de ejercer sus derechos». La suspensión recibiría el respaldo de ERC y de Comuns, aunque solo con carácter temporal y no ‘sine die’.