-Será la primera escaladora española en participar en unos Juegos. ¿Cómo se siente?
-Sinceramente todavía no lo asimilo. Ha sido todo muy rápido salí de conseguir el billete a París y a los dos días gané el oro europeo. Es una emoción inexplicable. Me siento demasiado contenta de que todo el trabajo relaizado haya dado sus frutos.
-¿Se encuentra en el mejor momento de su carrera?
-Ahora mismo sí. Creo que me encuentro en el pico más alto. He entrenado durísimo y sé que tengo cosas que mejorar, pero esa es precisamente mi motivación, el saber que aun puedo ser mejor tanto mental como físicamente.
-¿Cómo empezó a escalar?
-Cuando tenía 6 años mi padre me llevó a un complejo deportivo a practicar gimnasia, pero la habían cambiado de lugar y allí había una pared de escalada gigante. Me llamó muchísimo la atención. Me quedé viendo a la gente escalar embelesada. Mi padre me preguntó si lo quería probar y ya no me he bajado del muro.
-De las distintas modalidades de escalada, ¿por qué velocidad?
-En la escuela donde yo me inicié, a los niños les hacen probar todas las modalidades. He practicado bloque también pero siempre destaqué más en velocidad y me parecía más emocionante. A los 12 años gané un campeonato de velocidad y el vínculo ya era muy fuerte. Cuando entró en los juegos, decidí ser especialista.
-¿En qué momento pasó de ser un ‘hobby’ a querer llegar a la élite?
-Desde muy pequeña lo he tenido muy claro. Creo que siempre me he tomado la escalada con un enfoque más profesional que de hobby. Desde que empecé a competir vi la posibilidad de ganar, salir, ver nuevas culturas… Mi padre siempre me enseñó la determinación y el valor del esfuerzo. Mis entrenadores siempre me inculcaron que tenía que luchar por conseguir lo que quería, y tras mi primera competición internacional tuve muy claro cuales eran mi metas.
-Nació en Venezuela pero vive y compite para España, ¿Por qué?
-Nací en Venezuela y me formé y empecé a competir allí, pero tengo la doble nacionalidad. Mi padre es malagueño y siempre habíamos tenido la intención de desarrollar mi carrera deportiva en España. Aunque amo Venezuela y siempre estaré agradecida de haberme brindado las primeras oportunidades, siempre quise competir bajo la bandera española. De pequeña por ejemplo, veía el equipo de fútbol español y me emocionaba. Llegó un punto en que la Federación venezolana no podía brindarme el apoyo que necesitaba para cumplir los objetivos en los que me encuentro peleando ahora como son los Juegos Olímpicos. En 2022 tomamos la decisión de mudarnos a Alicante y volver a empezar.
-¿Se puede vivir de la escalada actualmente?
-No (ríe). Es complicado. Sobre todo en nuestra modalidad que todavía está empezando y aunque es muy llamativa todavía hay un cierto rechazo porque los puristas no consideran que sea escalada. Los Juegos Olímpicos van a ayudar mucho a cambiar esa percepción y darnos a conocer. Creo que Alberto Ginés es el único que puede vivir de esto actualmente, y porque es el campeón olímpico. Yo no tengo patrocinadores, solo el apoyo de la Federación y el CSD.
¿Cuál es su mayor fortaleza escalando?
-La resiliencia. En muchos casos he tenido muy fácil tirar la toalla, ya fuera por situaciones deportivas o personales, pero nunca me he dejado vencer. Entrenar y dar el 120% en cada entrenamiento es algo fácil para mí, me permite dejar fuera el resto de problemas. Esta característica me ha permitido seguir dando siempre lo mejor de mí.
-¿Quiénes fueron sus referentes?
-Mi padre ha sido un claro ejemplo del esfuerzo, de la necesidad ed hacver las cosas con amor y dar lo mejor. Ha sido mi mayor referente desde toda la vida. En el mundo de la escalada, por ejemplo, una de las personas que más admiro es la polaca Ola Miroslaw, la mujer más rápida del mundo. La llevo siguiendo desde 2010 desde que ganó el campeonato mundial juvenil. Ahora me siento orgullosa de poder competir en los Juegos contra ella.