Noah Lyles ya tiene la primera muesca en su ambicioso y quizá irreal objetivo de colgarse cuatro medallas de oro en los Juegos de París como en su día hicieron sus compatriotas Carl Lewis (Los Ángeles 1984) y Jesse Owens (Berlín’36), aunque en su caso ‘cambiando’ la longitud por unos 4×400 en los que parece no tener sitio.

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