En otros tiempos hubiera sido un escándalo, pero tras casi diez meses de bombardeos deliberados sobre toda clase de instalaciones civiles protegidas por el derecho internacional, las atrocidades se han normalizado con la indiferencia de la comunidad internacional. El Ejército israelí ha bombardeado desde el jueves cuatro colegios donde se refugiaban centenares de palestinos en la Franja de Gaza, ataques que han dejado más de medio centenar de muertos. Los portavoces castrenses israelíes sostienen que esas escuelas habrían servido de centros de mando de Hamás y refugio para sus milicianos, pero las autoridades de Gaza afirman que más del 80% de los fallecidos son niños. Las masacres en la Franja llegan en plena guerra de nervios, después de que Israel avivara el fuego en la región liquidando a capitostes de Hamás y Hizbulá.  

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