Santiago Abascal y su esposa, Lidia Bedman, están viviendo un momento de felicidad absoluta. El pasado 28 de julio, la pareja dio la bienvenida a su tercer hijo en común, ampliando así la familia que ya habían formado con sus dos primeros hijos, Jimena, de diez años, y Santiago, de ocho. Además, Abascal tiene otros dos hijos de una relación anterior. «Ya está con nosotros. Niño y madre, sanos y felices; hermanos, emocionados ante la llegada del quinto de la casa, y padre, orgulloso y agradecido por una bendición tan grande del cielo», escribió el político en su cuenta de Twitter para anunciar el nacimiento del pequeño, que pesó 3 kilos y 470 gramos.

Lidia Bedman, conocida influencer, ha ido compartiendo poco a poco detalles sobre el recién nacido en sus redes sociales. Recientemente, ha publicado un divertido vídeo en el que se ve a Santiago Abascal dando el biberón a su pequeño Hernán. En las imágenes, el político, vestido con una camiseta con la bandera de España, bosteza mientras alimenta al bebé, y su esposa comenta: “Tiene sueño Santi”. Abascal responde en tono humorístico: “Hombre, como para no tener… Todos los biberones se los tengo que dar yo”.

El vídeo se ha viralizado en redes sociales, generando una ola de comentarios. Muchos usuarios han acusado a Abascal de bostezar falsamente en el video para simular cansancio, lo que ha provocado un debate sobre la autenticidad del momento compartido.

Con este vídeo, la pareja deja claro quién está pasando las noches en vela para alimentar al recién nacido, y también confirma que Bedman no está amamantando al bebé. La razón de esta decisión radica en los problemas que ha sufrido tras el parto. Bedman reveló que padece mastitis, una inflamación de la glándula mamaria que suele darse por una obstrucción de los conductos de la leche. Esta condición puede causar infección y provoca dolor, hinchazón, calor y enrojecimiento en los pechos.

Además, aunque ha tenido dos partos anteriores, Bedman ha experimentado por primera vez los entuertos, dolores abdominales que suelen aparecer poco después de dar a luz. A pesar de estos inconvenientes, Bedman guarda un buen recuerdo de su parto y asegura que fue prácticamente perfecto: “Os contaré un día cómo fue el parto de bonito, fue un parto natural, sin desgarros, sin puntos. Estoy convencida de que el deporte nos ha ayudado muchísimo a los dos. Hernán salió como la mantequilla. Después de mis anteriores, este parto ha sido de 10. Aún estoy en una nube”.


¿Qué es la mastitis y cómo se trata?

La mastitis es una inflamación del tejido mamario que afecta principalmente a mujeres durante la lactancia, aunque también puede presentarse en mujeres que no están amamantando e, incluso, en raras ocasiones, en hombres. Esta condición es especialmente común en las primeras 6 a 12 semanas después del parto.

Los síntomas de la mastitis incluyen dolor en el pecho, hinchazón, enrojecimiento y una sensación de calor en la zona afectada. En casos más graves, puede acompañarse de fiebre y escalofríos. La causa principal de la mastitis es una infección bacteriana, siendo la bacteria Staphylococcus aureus la más común. Esta infección suele ocurrir debido a una obstrucción de los conductos mamarios, lo que provoca la acumulación de leche y facilita la entrada de bacterias.

Opciones de tratamiento

El tratamiento de la mastitis puede incluir varias estrategias:

1. Antibióticos: En casos de infección bacteriana, se prescriben antibióticos para combatir la infección.

2. Analgésicos: Medicamentos como el ibuprofeno pueden ayudar a aliviar el dolor y reducir la inflamación.

3. Vaciamiento del pecho: Es crucial mantener el pecho vacío para evitar la acumulación de leche. Esto puede lograrse mediante la lactancia frecuente o el uso de un extractor de leche.

4. Compresas calientes: Aplicar compresas calientes en el área afectada puede ayudar a aliviar el dolor y facilitar el flujo de leche.

A pesar de la mastitis, muchas mujeres pueden continuar amamantando, ya que la leche no se ve alterada por la infección. Sin embargo, es importante consultar a un médico para recibir el tratamiento adecuado y evitar complicaciones.

La mastitis, aunque dolorosa y molesta, es tratable y con el cuidado adecuado, las madres pueden continuar con la lactancia sin mayores problemas.



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