Aumentan las estafas telefónicas a comercios y restaurantes, especialmente en la ciudad de Zaragoza. Ha alertado de ello la Policía Nacional. Los estafadores usan un método que no es nuevo, llamado Man in the middle, en el que se ha detectado un incremento en las últimas semanas.

Los delincuentes llaman por teléfono a un comercio o restaurante y simulan ser una empresa de suministros o transportes con la que se tiene un pago pendiente. Los estafadores hablan con un empleado, nunca con el jefe, y le hacen creer que el pago debe ser inminente y que el encargado del negocio ya está al tanto de todo. Los datos que facilitan al empleado son verdaderos y los han obtenido previamente llegando a tener incluso el nombre o el teléfono del dueño del negocio.

“Se han recibido denuncias de comerciantes y hosteleros en Zaragoza. No es la primera vez. Un empleado del comercio o del bar recibe una llamada de un hombre que afirma ser trabajador de otra empresa a la que realizan suministros. Afirma que requiere un pago urgente de una cantidad de dinero. En ese momento, el empleado está solo en el local y el estafador lo sabe. Además, le da una serie de datos muy sensibles como el nombre del dueño de la empresa, afirmándole que está al corriente de todo y que esos pagos deben realizarse. De esta forma ponen nervioso al empleado y van a hacer que sea él quien realice el pago», nos cuenta el portavoz de la Policía Nacional, Cristian Aventín.

Hay ocasiones en la que alguno de los estafadores mantiene ocupado al encargado para que el empleado no pueda contactar con él para comprobar la información. Así apremian y asustan al empleado advirtiéndole de graves consecuencias para el negocio si no accede a realizar los pagos que les solicitan: «El trabajador a través del nerviosismo y por la celeridad con la que le piden el dinero, termina realizando la transferencia sea con el dinero del negocio o incluso, con el suyo propio», afirma Aventín.

Los estafadores van guiando y dando instrucciones a sus víctimas para que el dinero se ingrese en cajeros de bitcoins, mediante códigos que les remiten por mensajería instantánea.También llegan a solicitar datos del empleado como su DNI o datos bancarios.

Ante estas situaciones, se recomienda no hacer caso a la llamada, colgar y ponerse en contacto con los encargados del negocio, interponer una denuncia y facilitar a la Policía los datos aportados por los estafadores.



Fuente