El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha informado este viernes de la muerte de al menos 32 niños y «muchos más heridos y detenidos» durante las protestas de julio en Bangladesh contra el ya suspendido sistema de cuotas para funcionarios que desató la ira de movimientos estudiantiles al considerar que se trataba de un acto de discriminación. «Es una pérdida terrible. UNICEF condena todos los actos de violencia. En nombre de UNICEF, doy mi más sentido pésame a las familias que lloran la pérdida de sus hijos e hijas», ha declarado el director regional del organismo para Asia Meridional, Sanjay Wijesekera.
En un comunicado publicado en su página web, el representante de UNICEF ha mostrado su «profunda preocupación por el impacto de la violencia y los disturbios actuales», que ya han dejado al menos 147 muertos según confirmó el Gobierno de Bangladesh el pasado domingo (una cifra que el Movimiento de Estudiantes contra la Discriminación, la organización «paraguas» que ha liderado las recientes protestas, eleva a 266).
Desde que estalló la violencia, ha explicado Wijesekera, la solicitud de ayuda a la infancia apoyada por UNICEF se ha incrementado en un 250 por ciento. Además, 1.100 trabajadores sociales formados por el organismo están proporcionando asesoramiento a los niños «cuya salud mental se ha visto afectada por la violencia y los toques de queda». «Escuchan (sus) preocupaciones, les remiten el apoyo y los servicios adecuados, y les hacen un seguimiento», ha detallado.
Por otra parte, el representante de Naciones Unidas ha denunciado la detención de menores por parte de las autoridades bangladeshíes, a quienes ha llamado a acabar con esta práctica «en todas sus formas», en línea con el Derecho Internacional y la Convención de la ONU sobre los Derechos del Niño, de la que Bangladesh es firmante. «Esto significa que los niños no deben ser arrestados o detenidos por su mera presencia en cualquier lugar o por su origen, religión o actos o creencias de sus familiares», ha señalado.
Otra de las consecuencias que han tenido las protestas y la respuesta de las autoridades en la infancia ha sido el cierre de escuelas, afectando a unos 30 millones de alumnos, desde preescolar hasta secundaria. Si bien se espera que las escuelas primarias reanuden su actividad este domingo, unos 15,5 millones de alumnos seguirán sin poder asistir a clase, ha alertado Wijesekera.
Las protestas contra el sistema de cuotas -que concedía un 30% de plazas a descendientes de combatientes de la guerra de independencia de Pakistán en una decisión discriminatoria según sus críticos- han sido las más graves de la historia reciente del país. Amnistía Internacional ha acusado a las fuerzas de seguridad de practicar una política de represión contra los manifestantes y todavía no hay una cifra oficial de víctimas, pero medios nacionales, citando fuentes médicas, estiman en torno a 200 fallecidos y unos 20.000 heridos.