«Dependo mucho de mi velocidad, el plan es llegar lo más rápido posible a la tabla». Esa era la hoja de ruta de Ana Peleteiro para conseguir una presea la final de triple salto. La misma que en Tokio 2020 le llevó hasta el bronce. No obstante, en París el desenlace fue diferente pese a mentener el mismo nudo. 

Ana enfilaba el carril del triple salto con una llovizna tenue, pero ciertamente incómoda a la hora de apurar el salto. Centraba su mirada mientras agitaba la mano para fijar el objetivo. Visualizaba los nueve centrímetros que debía mejorar su mejor salto en toda la tarde, y ni siquiera se acercó.

Marcó un 14,31 en su último intento. Lejos de los 14,67 centímetros que dieron a Jasmine Moore el bronce olímpico. Se esfumbada así, bajo la lluvia parisina, el sueño de una noche de verano en la que se buscaba nueva reina al triple salto en ausencia de Yulimar Rojas, campeona en Tokio.  

La española afrontó la final con la octava mejor marca personal (14,87 metros) de las doce participantes, pero con la tercera de la temporada (14,85), solo superada por la cubana Leyanis Pérez (14,96) y la atleta de Dominica Thea Lafond (15,01).

Con el gesto serio, sobre todo al ver que varias de sus rivales ya estaban por delante, afrontó su cuarto salto. Lo hizo tras analizar nuevamente la táctica con su entrenador, el cubano Iván Pedroso, que la esperaba en la grada en cada salto.


Ana Peleteiro después de su último salto en París 2024.

EFE.

Mejoró la marca hasta 14,59, insuficiente para meterse en la terna de candidatas. El quinto fue peor. Se quedó en 14,26 y, tras aterrizar en la arena, se dio la vuelta y se llevó las manos a la cabeza. No estaban saliendo bien las cosas y solo quedaba una opción.

En el sexto, a todo o nada, y con la pista mojada por la intensa lluvia que cayó en el Estadio de Francia, Ana Peleteiro no pudo pelear las medallas. Se quedó en 14,31 metros y su cara de resignación lo dijo todo. Al final, sexta, bajo la lluvia sobre la que bailó en Roma, cuando fue campeona europea. En París no tuvo el mismo premio. Toda España saltaba con Ana y toda España llora. Otra medalla que se escapa. 



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