Observar una playa bioluminiscente dejará un recuerdo imborrable en tu memoria. Este espectáculo de la naturaleza, que muchos consideran una especie de «aurora boreal marina», es un fenómeno natural que se produce cuando ciertos organismos marinos generan unas reacciones químicas que emiten luz, la cual se percibe desde fuera del agua. Este destello mágico, o más bien, científico, se potencia con el movimiento: el romper de las olas, el vaivén de un remo, un paseo por la orilla o la danza de los peces en el mar.

Así, cuando cae la noche, las aguas se transforman en un espectáculo visual de tonos azulados y, en ocasiones, verdosos, dejando una estela de luz que hipnotiza a cualquiera que tenga la fortuna de presenciarlo. Desgraciadamente, aunque los mejores fotógrafos, con los equipos más profesionales, han intentado capturar su esencia, las fotografías y vídeos tomados no logran transmitir la verdadera magnitud y belleza de este fenómeno. 

Lugares como la bahía de Puerto Mosquito en Puerto Rico, la Península de Nicoya en Costa Rica, Manialtepec en México o la bahía de Toyama en Japón son reconocidos destinos donde se puede experimentar la bioluminiscencia. Sin embargo, no es necesario viajar tan lejos para disfrutar de esta maravilla. En España también podemos encontrar playas que ofrecen este manto de luces.

El Mar de Ardora, las playas bioluminiscentes de Galicia

Como no podía ser de otra manera, es Galicia quien esconde estas maravillosas playas donde se puede disfrutar del fenómeno de la bioluminiscencia. Concretamente en una zona que se conoce localmente como el «Mar de Ardora«. Durante los meses de verano, especialmente entre junio y septiembre, este espectáculo natural se hace más evidente, pues la actividad luminosa de los organismos aumenta con el calor. 

Desde este medio te animamos a visitar las playas en noches de luna nueva, porque la oscuridad acentúa el brillo que emana de las aguas, pero siempre con conciencia y sin olvidar la importancia de respetar el entorno.

Islas Cíes e Isla de Ons

Las Islas Cíes, situadas en la ría de Vigo, así como la Isla de Ons son reconocidas por belleza y la impresionante bioluminiscencia de sus playas. Estas islas ofrecen un espectáculo visual único, gracias a la poca contaminación lumínica que hay en la zona. Para los que estén interesados en conocerlas, estas islas son accesibles en ferry desde varios puntos de la costa gallega y es muy recomendable reservar la estancia allí con tiempo, pues el alojamiento es limitado.


Playa de Carnota

Conocida como la playa más larga de Galicia, la Playa de Carnota es un lugar privilegiado desde donde observar aguas bioluminiscentes. Sus casi 7 kilómetros de costa en forma de media luna permiten disfrutar de este fenómeno en un entorno espectacular que cuenta hasta con hermosas dunas de arena blanca. 

Playa de Muxía

Situada en la Costa da Morte, la Playa de Muxía es otro punto clave para la bioluminiscencia. Esta playa ofrece un ambiente más salvaje y natural, donde el brillo del mar crea un contraste mágico con el entorno rocoso y agreste de la costa.

Playa de A Ermida

En la localidad de Corme encontramos la Playa de A Ermida, también conocida por la luz azul de sus aguas. Aquí, las olas son fuertes, pero la arena es tan fina y blanca que muchos aseguran que poco tiene que envidiar a las playas del Caribe.

Playa de Rebordelo

Esta playa, ubicada en el pueblo de Cabana de Bergantiños, es otro lugar excelente para experimentar la magia de la bioluminiscencia. De ella destaca la tranquilidad de sus aguas y el entorno virgen en el que se encuentra, pues está rodeada de bosques de pinos y eucaliptos.

Playa de Os Riás

En la localidad de Malpica, la Playa de Os Riás es un rincón menos conocido y de difícil acceso, pero igualmente impresionante para ver este fenómeno. La configuración de la playa, entre rocas, y las condiciones del agua favorecen la aparición de este fenómeno cada verano.

Combarro, el precioso pueblo de Galicia repleto de leyendas que fue entregado como un regalo en la Edad Media.


Playa de Balarés

En las noches de verano, las aguas de la Playa de Balarés, en Ponteceso, también se iluminan con luces azules. Además, es famosa por su entorno natural, situada en la ría de Corme y Laxe, en un extremo del Monte Blanco, desde donde se pueden observar unas magníficas vistas panorámicas del océano.

Playa de O Ézaro

Por último, pero no menos importante, está la Playa de O Ézaro, ubicada en Dumbría, que es es conocida sobre todo por su cascada, así como por ser uno de los puntos de bioluminiscencia más accesibles y espectaculares de la región. Aquí, el brillo del agua se puede disfrutar desde la playa o incluso desde barcos que hacen viajes recorriendo la costa.

boton whatsapp 600

Fuente