Peor imposible. Ese sería el resumen de la actuación del trío español de 1.500 metros en los Juegos Olímpicos de París 2024. Mario García Romo, Adel Mechaal y Nacho Fontes no se clasificaron para la final en la repesca como tampoco habían hecho el viernes en las series.
Al igual que sucedió en la jornada matinal con las ochocentistas Lorea Ibarzabal y Lorena Martín, este absurdo sistema de competición ideado por World Athletics con el beneplácito del Comité Olímpico Internacional otorgaba al trío español del ‘milqui’ una segunda oportunidad de acceder a semifinales vía repesca.
Las madrileñas fallaron también en ese segundo intento (Lorea estuvo bastante cerca) y por la tarde Mario García no tuvo opciones, víctima de lo que le viene sucediendo toda la temporada en las últimas vueltas.
El salmantino corre bien, se posiciona con inteligencia y cuando trata de cambiar en la última contrarrecta no le responden las fuerzas y se va viendo superado por sus rivales hasta el punto de perder toda opción.
En París se ha repetido esa historia hasta el punto de que el atleta residente en Estados Unidos ha terminado la primera serie de repesca en undécima posición con 3:37.01 mientras el premio de la clasificación era para el francés Habz (irlandés Doyle (3:34.92), el francés Habz (3:35.10) y el italiano Meslek (3:35.32).
En la siguiente serie participaron Adel Mechaal y Nacho Fontes, con el sudafricano Mphahlele marcando un ritmo infernal al paso por el 400 (55.52) y por el 800 (1:53.96). ¿Y qué es lo peor en una carrera tan rápida? Estar a cola de grupo, porque ello supone en algunos casos tener que remontar una decena de metros, algo prácticamente imposible. Pues bien, los dos españoles se repartían las dos últimas posiciones al tañido de la campana.
Mechaal quedó descolgado de inmediato, sin duda acusando la carrera del día anterior. Fontes lo intentó con un último cambio en la recta final, pero su desventaja era enorme. No había nada que hacer. El granadino llegó octavo con 3:35.04 (muy cerca de los 3:34.81 que tiene como mejor marca del año) y el discípulo de Antonio Serrano acabó 14º con 3:42.79.
¡Qué lejos está España de sus niveles anteriores en una de las mejores pruebas históricas! El bronce de José Manuel Abascal en Los Ángeles’84, el oro de Fermín Cacho en Barcelona ’92 y su plata en Atlanta’96. Ni en dos oportunidades se ha podido clasificar a un atleta para ‘semis’.