Salvador Illa ha comunicado al presidente del Parlament, Josep Rull, que ya tiene la mayoría suficiente de 68 diputados para someterse al debate de investidura como presidente de la Generalitat.

Illa ha presidido este sábado en Barcelona una reunión extraordinaria de la Ejecutiva del PSC, que ha aprobado los dos pactos suscritos con ERC y los Comunes para hacer posible su investidura.

Durante su intervención, el candidato socialista se ha mostrado «muy satisfecho, feliz y esperanzado» porque ambos acuerdos configuran «un proyecto progresista, ambicioso, solvente y transparente» para mejorar la vida de ocho millones de catalanes.

Las bases de ERC ratificaron el viernes, por una ajustada mayoría del 53,5%, el pacto de investidura suscrito con el PSC, que incluye el concierto económico para recaudar todos los impuestos, el blindaje de la inmersión lingüística en la enseñanza, la ampliación de la red de embajadas de la Generalitat, la creación de su propio «cuerpo consular» y la participación de las selecciones catalanas en competiciones deportivas internacionales.

Ante la dirección del PSC, Salvador Illa se ha comprometido este sábado a «cumplir íntegramente» estos acuerdos y ha argumentado que «Cataluña tiene derecho a una financiación singular» para mejorar sus servicios públicos, sus infraestructuras y «seguir generando prosperidad».

La fórmula de concierto económico, que permitirá a la Generalitat recaudar todos los impuestos, ha argumentado Illa, no va «contra nadie» ni pretende perjudicar a otras regiones.

Durante la negociación entablada con ERC y los Comunes, ha asegurado, «nadie nos ha perdido prescindir del valor de la solidaridad, porque somos tres formaciones de izquierdas».

«No son acuerdos contra nadie», ha recalcado el líder del PSC, «sino a favor del conjunto de los catalanes para mejorar nuestra financiación sin perjudicar a nadie y manteniendo criterios de solidaridad».

El candidato ha justificado así la medida más polémica incluida en el pacto con ERC, que ha provocado airadas protestas de otros barones socialistas como el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page; el expresidente de Aragón, Javier Lambán, y el líder de los socialistas extremeños, Miguel Ángel Gallardo.

El último en alzar la voz ha sido el presidente de Asturias, Adrián Barbón (uno de los barones más próximos al presidente Pedro Sánchez), quien el viernes advirtió que no aceptará la «salida de cualquier comunidad autonómica del régimen común«, pues esto supondría una merma de los recursos disponibles para el conjunto de las regiones.

Por su parte, Miguel Ángel Gallardo pidió el jueves a Pedro Sánchez que convoque una reunión del Consejo de Política Federal del PSOE, del que forman parte todos los dirigentes regionales, para debatir el sistema de financiación privilegiado que el Gobierno ha prometido a Cataluña.

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