Una Real Sociedad irreconible cae con merecimiento ante un Rennes normalito en el cuarto amistoso del verano (2-0). El conjunto donostiarra jugó el peor partido de lo que va de pretemporada, fue absolutamente insulso e inofensivo, sin ideas y cayó por defender mal las pocas acciones que generó el cuadro local. El técnico oriotarra decidió sumar minutos ya a las piernas de los más titulares, aunque sorprendió con alguna decisión. Aritz y Zubeldia jugaron el partido completo, seis jugadores disputaron 84 minutos y otros tres 68. No tuvieron demasiado protagonismo los suplentes más allá de cambiar el esquema radicalmente dos veces en el tramo final. Del 4-3-3 pasó al rombo durante algo más de un cuarto de hora con la entrada de Sadiq, y acabó el partido con 5-3-2 tras hacer seis cambios en el 84′. Ojalá el encuentro sirva para Imanol como probatura de algunas cosas con distintos esquemas que parece que tendrá en cuenta este curso. Pero hay mucho por mejorar.
Stade Rennais: Mandanda; Assignon, Wooh, Ostigard, Seidu; Matusiwa, Bourigeaud, Kamara, Gronbaek; Gouiri, Blas.
Real Sociedad: Marrero (Fraga, min. 84); Odriozola (Traoré, min. 68), Aritz, Zubeldia, Javi López (Aramburu, min. 84); Brais (Jon Martín, min. 84), Urko (Goti, min. 84), Olasagasti (Magunazelaia, min. 84); Kubo (Sadiq, min. 68), Becker (Carlos Fernández, min. 84), Barrenetxea (Marín, min. 68).
Goles: 1-0 Gronbaek (min. 21); 2-0 Gouiri (min. 67)
Árbitro: Maxime Jamet (Francia). Amarilla a Olasagasti y a Seidu
Estadio: Roazhon Park, Rennes. Buena entrada.
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Imanol Alguacil optó por un once bastante titular, aunque enviando un mensaje claro a Olabe: quiere un delantero. Teniendo a Sadiq y Carlos Fernández convocados, ubicó a Becker en punta. El oriotarra hizo otros dos cambios respecto al miércoles, dando entrada a Aritz por Jon Martín y a Barrenetxea por Magunazelaia. Dejó sentado a Traoré pese a ser el gran protagonista del día volviendo a su casa. Fue homenajeado por el Rennes antes del encuentro, siéndole entregada una camiseta conmemorativa de sus 239 partidos en el club bretón.
Plana y defendiendo mal
Fueron, probablemente, los peores minutos de la Real en lo que va de pretemporada. Los más insulsos también. El equipo de Imanol, con un once reconocible aunque ante un rival de cierta entidad que, eso sí, no hizo un gran partido, fue totalmente plano con balón y, además, defendió especialmente mal las pocas acciones que generó el conjunto bretón.
El partido tuvo muy poco ritmo incluso para un duelo amistoso de verano. Hubo constantes interrupciones, muchas generadas por golpes o entradas de la Real que dejaron tendidos y doloridos a jugadores locales. En las pocas jugadas elaboradas que hubo, el Rennes generó peligro. Marrero hizo un paradón en el minuto diez a un disparo de Gronbaek tras hacerle este un caño de autopase en el frontal a Zubeldia. La Real avisó tímidamente con una llegada de Kubo por la derecha que acabó en córner. En el saque de esquina llegó la más clara de los realistas con un buen cabezazo de Aritz y mejor parada de Mandanda.
Los locales golpearon primero. Otra vez en centro lateral, vuelve el fantasma del verano pasado. En la Bretaña natal de Le Normand, la Real empezó a echarle de menos. Javi López cerró demasiado, permitiendo a Assignon centrar cómodo y Gronbaek le comió la tostada a Zubeldia en el primer palo para poner el pie y enviar para dentro el balón. No se encontraba cómoda la Real. Y para prueba, que en el 27’, cuando Marrero noqueó a un jugador local al salir mal y al bulto en la frontal, todo el equipo se reunió para ajustar cosas mientras atendían a Matusiwa.
No mejoró la cosa más allá de un Olasagasti que abarcó mucho campo y estuvo muy presente. El mejor, dentro de un nivel pobre. Buscó el gol, tras un buen robo de Kubo, con un disparo lejano que, tras tocar en un defensa, desvió Mandanda con brillantez. Becker se movió para buscar algo, sin éxito ni acierto.
Mismo guion hasta los cambios
Ambos entrenadores mantuvieron a sus equipos sobre el verde y el guion fue el mismo. Poco fútbol y poca Real. Apenas sucedió nada en el encuentro hasta llegar al minuto 67, cuando el goleador local Gouiri marcó el 2-0 con un buen disparo de primeras aprovechando el mal marcaje realista en un pase atrás de Kamara con muchos efectivos visitantes dentro del área. Falta de contundencia y concentración.
Tras el gol llegó el mejor momento del encuentro. La entrada al campo de Hamari Traoré, que fue recibido como un auténtico héroe por el speaker y la grada. Maravilloso homenaje, con cánticos incluidos durante los primeros compases. Imanol retiró a Odriozola por el maliense, y también quitó a Kubo y Barrenetxea para dar entrada a Sadiq y a Marín. La Real pasó a jugar con rombo, lo cual puede ser una pista de los planes de Imanol con Sucic y sin Merino, si los extremos no tienen el día.
Fue lo que propiciaron los cambios del oriotarra: cambios de esquema. Porque futbolísticamente la Real no mejoró ni el partido cambió apenas. Javi López realizó una buena internada por la izquierda en el 72′ que acabó con un centro forzado desde línea de fondo. Y nada más. Los otros seis jugadores convocados entraron al campo en el 84′, incluyendo un cambio de portero difícil de entender a esas alturas. Imanol terminó el partido con otro esquema, el 5-3-2. Acabaron jugando Fraga; Traoré, Aritz, Jon Martín, Zubeldia, Aramburu; Goti, Marín, Magunazelaia; Sadiq, Carlos Fernández. Un equipo bastante extraño.
Otro test más por el que quizá la Real tenga que ir a revisión. Queda uno para cerrar un complicado verano para los realistas antes de llegar al estreno liguero. Mucho por hacer y mejorar. Pero que sirva de rodaje, al menos.
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