Zhanle Pan hizo historia en la piscina de ‘La Défense’ en la final de los 100 metros libre de los Juegos Olímpicos. El nadador chino estableció un nuevo récord mundial (46’40), rebajando el anterior en 40 centésimas. Una barbaridad. Su dominio fue brutal. Acabando un segundo por delante del australiano Kyle Chalmers (47’48) y de David Popovici (47’49). Y todo ello en una piscina que los propios nadadores han calificado como lenta.

En la rueda de prensa posterior, Pan quiso despejar cualquier atisbo de duda con respecto al dopaje. “El año pasado me hicieron 29 tests y desde julio han sido 21 y nunca he dado positivo”, afirmó. Y es que la duda planea sobre la natación china desde que en 2023 salió a la luz que 23 nadadores del país asiático compitieron e incluso fueron medallistas en Tokio 2020. La Agencia Mundial Antidopaje reconoció ser conocedora del caso pero concluyó que no podía descartar la posibilidad de que una contaminación accidental fuera la causa de la presencia de la droga que se reflejó en los análisis. Sin embargo, Pan no figuraba entre este grupo de 23 nadadores.

Una de las voces más críticas en contra del nadador chino ha sido la del entrenador australiano Brett Hawke. Olímpico en Sidney 2000 y en Atenas 2004, Hawke colgó un vídeo a sus redes sociales en la que aseguraba que la actuación de Pan en París es «humanamente imposible». «Voy a ser honesto, estoy cabreado por muchas razones. Soy un experto de la natación, es lo que llevo haciendo desde hace 30 años. No puedes batir a este elenco de nadadores en esta piscina por un cuerpo en el 100 libre. No es real», apuntó.


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