Unas condiciones indomables. Vientos de 130 kilómetros por hora y un oleaje con embestidas de 8 metros de altura. El temporal que se registró el pasado lunes 22 de julio en las gélidas aguas de Malvinas, con el termómetro rondando los cuatro grados centígrados, no era ni mucho menos habitual pese a la inestable dureza que impera en esta región oceánica. Un caos climatológico que presenció cómo se fue a pique al Argos Georgia, el pesquero de la armadora británico-noruega Argos Froyanes en el que viajaban 27 personas (10 españoles y de ellos ocho gallegos) y cuyo naufragio ha dejado nueve fallecidos, cuatro desaparecidos y 14 supervivientes. Era un barco moderno, de tecnología puntera. Construido en un astillero turco para la pesca de merluza negra austral, muy codiciada en Asia y Estados Unidos. Un buque en el que también trabajaban ocho rusos, dos uruguayos, dos peruanos y cinco indonesios. Tres de estos últimos, los únicos supervivientes de su país, ya han sido repatriados y han declarado ante las autoridades asiáticas.
El testimonio ofrecido por los marineros, tras aterrizar este martes en el Aeropuerto Internacional Soekarno-Hatta, es el primero recogido y difundido oficialmente por el Gobierno de una de las naciones afectadas por el siniestro. El Ejecutivo indonesio dio cuenta del mismo a través de un comunicado institucional en el que constata que los tripulantes apuntan, como avanzó FARO la semana pasada, que el hundimiento se produjo porque entró agua de forma masiva por una puerta lateral que “estaba abierta”.
La apertura de esta entrada, de cerca de 8 metros cuadrados (aproximadamente 4×2 en dimensiones, según su versión) fue lo que, de acuerdo a las palabras de Ali Mustain, Akmad Ripai y Triono, provocó que la nave se comenzase a inundar. “La cantidad de agua entrante era bastante grande por lo que no fue posible sacarla”, señalan en el escrito sellado por Yakarta, en boca siempre de los tres supervivientes. Aseguraron que esto hizo que el barco se hundiera “lentamente”.
Estos hechos relatados coinciden con los desvelados hace ya varios días por este periódico, que de la mano de diferentes fuentes de toda solvencia, entre ellas testimonios directos vinculados al naufragio, plasmó cómo varios de ellos apuntaron en la misma dirección: al punto crítico de la vía de agua. Era el de la compuerta del costado de estribor, que ya daba fallos antes de salir a la mar, conforme indicaron. “Estaba estropeada, no se cerraba del todo. Con el mal tiempo, voló”, señalaron.
“No se atreven a volver al mar”
La repatriación de los supervivientes indonesios transcurrió “bien y sin contratiempos”, exponen desde el Gobierno de Indonesia. “Los tres trabajadores que sobrevivieron han sido repatriados con éxito”, abundó por su parte el capitán Hendri Ginting, director de Transporte y Asuntos Marítimos del país asiático, lamentando al mismo tiempo que “los dos ciudadanos llamados Nurcholis y Kapidin aún no han sido encontrados”. Dejando patente que el Ejecutivo inició sus pesquisas en el momento en el que el incidente saltó a la prensa y se presumía que había tripulantes nacionales afectados, el alto representante destacó la colaboración activa con la Embajada de Indonesia en Madrid, FCDO-Falklands y también con la Dirección de Protección de Ciudadanos Indonesios (PWNI) del Ministerio de Asuntos Exteriores. Y se pronunció sobre el estado de los tres rescatados: “Se encuentran en una situación de profundo trauma, no se atreven a volver al mar y quieren regresar a casa inmediatamente para encontrarse con sus familias”.
Del testimonio de los tres marineros sobre el momento de la evacuación del palangrero también se desprende lo que apuntaban las mismas fuentes consultadas por este medio: en medio de la tragedia, imperó el caos. Así, explicaron que había solo dos balsas salvavidas y que mientras dos de los indonesios (Ali Mustain y Akmad Ripai) lograron subirse a la balsa en la que fueron rescatados 13 supervivientes, en la otra solo pudieron intentar subirse otros seis de los 27 tripulantes del Argos Georgia.
Relato de los hechos
- Inundación y naufragio
- “Al barco le entró agua porque la puerta lateral de más o menos 4×2 metros estaba abierta (causa desconocida, daño o negligencia). La cantidad de agua entrante era bastante grande por lo que no fue posible sacarla, considerando que las olas en ese momento alcanzaban una altura de 8 metros. Esto hace que el barco se hunda lentamente”.
- Evacuación y balsas salvavidas
- “El barco dispone de dos botes de salvamento de goma. En el primero lograron subir a bordo 13 personas, dos de las cuales eran tripulantes indonesios, Ali Mustain y Akmad Ripai. En el segundo se encontraron daños que impedían que el bote de goma pudiera funcionar perfectamente. En el bote neumático viajaban 6 personas, una de las cuales era un miembro de la tripulación indonesia, llamado Triono”.
En ese segundo bote se encontró más tarde a Triono, cuya historia es la más dramática de las tres. Según su narración, en esa balsa “se encontraron daños que impedían que pudiera funcionar perfectamente”, lo que habría provocado que cinco de sus ocupantes no sobrevivieran porque fueron “tragados por las olas”. Triono sí, pero solo porque ató sus manos a la propia embarcación para lograr aguantar las más de 20 horas que permaneció a la deriva hasta que fue auxiliado.
Sobre los otros ocho marineros que conformaban la tripulación, los indonesios tan solo hacen alusión a sus dos compatriotas, que según su declaración “permanecieron unidos al Argos Georgia y más tarde se descubrió que no habían sobrevivido”.
Malvinas da por finalizada la búsqueda de los desaparecidos
El Gobierno de Malvinas (Falklands) decidió ayer dar por finalizada la búsqueda de los cuatro desaparecidos del palangrero Argos Georgia, barco hundido el pasado 22 de julio a unas 200 millas de las islas, un naufragio que también deja nueve fallecidos y 14 supervivientes.
En un comunicado, Malvinas explicó que esta decisión se toma “teniendo en cuenta todas las circunstancias y en línea con todos los requisitos internacionales”.
La búsqueda se tuvo que paralizar por motivos meteorológicos y se retomó el pasado fin de semana. Malvinas explica que la patrullera MV Pharos SG llevó a cabo “una búsqueda minuciosa que ha abarcado más de 1.100 millas sin que se haya avistado a los desaparecidos presuntamente muertos”.
Con todo, anima a las embarcaciones que viajen por la zona de referencia en las próximas semanas a que busquen cualquier señal de los desaparecidos o de los restos e informen inmediatamente a la Autoridad Marítima. De hecho, ayer el Argos Helena, de la misma empresa que el buque hundido, se dirigía ayer hacia la zona.
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