La militancia de ERC ha dado su ‘sí’ a Salvador Illa. No con un apoyo contundente, ya que el preacuerdo se ha bendecido con un 53% de los votos, pero sí en una consulta con una participación inédita, pero sí suficiente para que el líder del PSC pueda empezar a rozar con la punta de los dedos la presidencia de la Generalitat. La dirección del partido, con Marta Rovira al frente, ha superado el examen tras días arremangada para proclamar a bombo y platillo que lo que han arrancado a los socialistas es, ni más ni menos, que la concesión de la soberanía fiscal, una suerte de concierto económico que se empezará a desplegar en 2025. 

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