SESTRICA. PASEO POR EL ALCORNOCAL
Una fábrica de corchos insólita en todo Aragón
¿Quién no es un poco raro? Mejor diga extraordinario, por corrección política. Como los árboles, somos singulares. Como estos alcornoques desubicados en Sestrica. Únicos en Aragón, esta especie es más mediterránea que otra cosa, por eso sorprende su estado en la Sierra Ibérica. Y por eso nos vamos de excursión para contemplar sus peculiares ropajes de corcho.
El punto de origen será la ermita de San Bartolomé, cruzando Sestrica hacia el parque de la Hiedra, con sus barbacoas y merendero. Una idea. Si se hace esta ruta, al volver puede ser un buen lugar para armar una parrillada.
Tomamos el camino del Prado hasta toparnos con un desvío hacia la primera gran sorpresa que recibe este apellido museístico. El Alcornoque del Prado es un Árbol Singular de Aragón con sus 10 metros de altura y 640 centímetros de perímetro. Un cartel informativo narra la explotación que tuvieron estos ejemplares en su momento de auge y otras características para conocerlos y quererlos mejor.
Deshacemos los 300 metros del desvío para continuar el camino hasta el refugio de cazadores, punto en el que nos desviamos siguiendo las marcas del PR que recorre el corazón del alcornocal. Caminen despacio y observando un paraje que nos hace viajar a aromas andaluces o extremeños. Al coronar un collado, donde tenemos vistas completas del bosque y del valle de Aranda, regresamos al refugio. Aquí podemos invertir la ruta o tomar otro camino hacia Sestrica para hacer la ruta circular tras diez kilómetros.
PURUJOSA. LA CUEVA DE LOS TRES PILARES
De cueva en cueva entre congostos y estrechos
Nos moveremos por terrenos cavernícolas cerca de Purujosa en la abrupta cara sur del Moncayo. Desde el pueblo caminamos por la carretera a la puerta del barranco de Valcongosto. Hay un panel informativo. La senda va al fondo del llamado ‘Estrecho de Gibraltar’, un paraje singular, cuyas paredes podemos tocar con ambas manos. Suele ir seco, pero ¡cuidado! si ha llovido o puede caer tormenta.
Ascendemos de poco a poco cuando amanece un bosque de ribera y una pequeña pista. Un desvío nos acerca a la cueva de Liendres. Tras revisar con frontal las estalactitas y estalagmitas, seguiremos hacia el Alto del Raso para encontrar la GR 90.2 que nos dirige hacia la Fuente del Col, aliviadero de la sed y buena parada.
Bajamos ahora por la misma pista hasta alcanzar otra. Giramos a la derecha y ascendemos a por los muros de Cerro del Morrón. Divisamos ante nosotros la impresionante Cueva de los Pilares, que alcanzaremos campo a través por algún trazado. Son tres amplias oquedades sostenidas en unas columnas gigantes. ¡Tremendo!
Volveremos por nuestros pasos para retomar la pista hacia el refugio de Cerrogordo y, recto, continuaremos descendiendo hacia el Barranco de Cuartún, por una pista hasta hallar la enorme cueva del mismo nombre, un antiguo resguardo de pastores y ganados. Desde aquí retomamos el GR 90.2 por el lecho hasta volver al pueblo tras unos 18 kilómetros.
DE BREA A JARQUE. VÍA VERDE DEL ARANDA
Al fresquito fluvial de la ribera del Papa Luna
Con estos calores, los caminos fluviales son siempre agradecidos cuando suena la chicharra y apetece el baño. Este encadena cuatro poblaciones al amparo del río Aranda, siendo su ‘vía verde’, que enreda la marcha del senderista con la curiosidad del turista de conocer castillos, palacios e iglesias.
Como buena ruta lineal se alienta a llevar dos vehículos o doblar el kilometraje en el retorno, entonces serían 21 totales. O acortarlo y darle salida prematura al transcurrir por varias poblaciones.
En este relato saldremos desde Brea de Aragón. Desde sus piscinas, las marcas nos envían sin dificultad al río, que remontaremos por su orilla diestra. Si quieren contar las veces que se cruza el cauce, un buen juego si van con nenes, necesitarán tres manos. Son quince en las que se vadea por puentecitos de madera o roca, junto a saltos, azudes y presas.
En menos de una hora alcanzaremos Illueca, pasando el antiguo molino harinero, que no oculta la imponente presencia del Castillo del Papa Luna, figura omnipresente en la Comarca de Aranda y que tiene una GR propia de la que encontraremos un panel informativo en nuestra ruta.
La dirección marca ahora Gotor, la siguiente parada, con el jardín de las Cuatro Culturas y el antiguo convento dominico, ahora albergue de buen comer.
Seguimos sin pérdida, porque hay postes cada dos por tres, hasta Jarque. En este último enclave merece la pena subir hasta el castillo, recuperado tras una reciente reconstrucción.