La creación de empleo ha suspendido en las aulas. El final de curso ha supuesto la destrucción de 122.000 puestos de trabajo relacionados con la educación, desde profesores a personal de cocina. Es lo habitual, pero este año ha sido algo más intensa que el año pasado. La hostelería también se ha desinflado en plena temporada alta. No ha habido tanto refuerzo de plantillas pese a la llegada masiva de turistas. De hecho, las contrataciones, 11.000, han sido prácticamente la mitad que hace un año. El verano ha traído casi 50.000 nuevos empleos a la sanidad para atender la sobrepoblación en las zonas turísticas. Y el comercio suma otros 44.000. Pero el balance final es de pérdida de empleo en julio, algo totalmente inusual. Solo ocurrió hace dos años, y los casi 10.000 afiliados que se perdieron el mes pasado, suponen el peor dato de toda la serie