El Ejército israelí ha asegurado este viernes haber matado en Rafah, al sur de la Franja de Gaza, a un líder de la Yihad Islámica, Mohamed al Jabari, subdirector de la unidad de fabricación de armas; y a alrededor de otros 30 supuestos milicianos.
«Al Jabari era responsable de financiar la infraestructura de fabricación de armas para la Yihad Islámica en el norte de Gaza, de la distribución de salarios y fondos, y era parte de los intentos de restaurar las capacidades y la infraestructura de fabricación de cohetes de la Yihad Islámica», indicó.
El Ejército indicó que la División 162 continúa con sus «actividades operativas precisas basadas en inteligencia» en la zona de Rafah; y en las últimas horas eliminaron a unos 30 supuestos combatientes palestinos «en enfrentamientos cuerpo a cuerpo y en ataques aéreos».
Según el Ejército, antes del ataque, «se tomaron numerosas medidas para mitigar el riesgo de dañar a los civiles».
Las Fuerzas de Defensa de Israel indicaron que mantienen su «actividad operativa» en el centro de la Franja de Gaza, donde identificaron una «célula terrorista» que salía de un túnel y los eliminaron, además de atacar una estructura en la que se almacenaban numerosos artefactos explosivos y armas.
La guerra en Gaza cumplió ayer 300 días, en los que han muerto 39.500 palestinos, y más de 90.000 heridos, mientras está en riesgo de extenderse a una escalda bélica regional, después de que Israel haya matado en los últimos días al máximo jefe político de Hamás, Ismail Haniyeh, en Teherán; y al jefe militar de Hezboláz, Fuad Shukr, en Beirut.