Está demostrado que los frutos secos son una fuente de nutrientes con poderosos beneficios para el cuerpo.
Recientes estudios avalan los beneficios que el consumo frecuente de este alimento tiene para la salud…
- Incrementa la función cognitiva
- Ralentizar el deterioro cognitivo
- Mejora los factores de riesgo cardiovascular, como la glucemia, la tensión arterial, el colesterol o los triglicéridos.
- Asimismo, los frutos secos destacan por ser una fantástica fuente de calcio con los que combatir, entre otras patologías, la osteoporosis.
Algunos de ellos, incluso, superan los valores de calcio de la leche. De hecho, se ha visto que, a lo largo de los años, quienes han consumido frutos secos regularmente tienen huesos más fuertes, al contrario de quienes no los han tomado.
Sin embargo, existe una pregunta que se ha puesto de moda y que desconcierta a buena parte de la población:
Para obtener todos estos beneficios, ¿Hay que «activarlos»?
Es decir, ¿hay que hidratarlos dajándolos reposar en el agua para que aparezcan todas sus bondades y se reduzcan sus riesgos?
Antes de todo, los expertos aclaran que, para que estos alimentos sean del todo saludables, se deben consumir naturales.
- Sin tostar
- Sin sal
- Sin freír
- Y, sobre todo, sin azúcar.
En el caso de que nos gusten más tostados, recomiendan hacerlo en casa y a temperaturas no demasiado altas, con el objetivo de que conserven sus propiedades intactas.
Una vez esclarecido esto, la doctora María Riestra Fernández, miembro del Comité Gestor del Área de Nutrición de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), despeja esta gran cuestión:
- No. No es necesario hidratar los frutos secos para conseguir sus beneficios.
- Pero sí. Sí es aconsejable para tener una mejor digestión después de comerlos.
El ácido fítico interfiere en la absorción de algunos minerales
Los frutos secos tienen una sustancia llamada ácido fítico, más conocida como sustancia antinutriente, que son aquellas que interfieren o bloquean la forma en que nuestro organismo absorbe otros nutrientes.
En este caso concreto, lo que hace este ácido es que los minerales beneficiosos de estos frutos, como el calcio o el hierro, se absorban de manera diferente.
Y los expertos nos explican que si remojamos algunos frutos secos conseguiremos que este ácido fítico pase al agua, y eso los convierte en un alimento más “nutritivo y digerible”.
Pero no hay que obsesionarse, porque como explica la doctora:
- “Si no se hidratan, no van a ser perjudiciales.»
Y matiza:
- En el caso de personas que les siente más pesado o que tengan mala digestión después de comer frutos secos, el remojo sí que es una técnica que ayuda”.
Para que estos alimentos sean saludables, se deben consumir naturales. Sin tostar, sin sal y, sobre todo, sin azúcar
¿Hay que hidratarlos todos?
No todos los frutos secos se deben hidratar para una mejor digestión.
- Los pistachos y los anacardos no lo necesitan.
Y, además, hay que saber que no todo lo que provoca esta sustancia antinutriente es malo.
Como explica la doctora, el ácido fítico puede parecer el antagonista de los minerales, pero también tiene beneficios para el organismo, como sus propiedades antioxidantes.
Por eso, debemos saber que si no ponemos estos alimentos a remojo y no eliminamos el ácido antes de consumirlos, «tampoco estamos haciendo algo malo”.
Así lo ejemplifica la endocrina.
- “Aunque puede interferir en algunos minerales, no impide su absroción. Se ha demostrado que las personas que han consumido más frutos secos tienen huesos más fuertes, gracias al calcio que aportan.”
El ácido fítico también tiene beneficios para el organismo, como sus propiedades antioxidantes
Riestra concluye que no se trata de una técnica necesaria ni obligatoria para poder obtener los innumerables beneficios que ofrecen los frutos secos.
Aconseja, por lo tanto, que no nos centrarnos en si los hidratamos o no, porque lo más importante es que sean “frutos secos de calidad y naturales”.
A diario, pero vigilando la ración
Los frutos secos son ricos en grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas —reducen el nivel de colesterol LDL o ‘malo’ y los lípidos de la sangre—.
Además, proporcionan:
- Fibra
- Proteínas
- Vitaminas (entre las que destaca la vitamina E, que es un poderoso antioxidante)
- Ácido fólico
- Minerales
- Esteroles vegetales
- Fitoestrógenos
- Y otros fitonutrientes.
Se trata, por lo tanto, de un alimento de gran valor nutricional.
Es más, Riestra asegura que cualquier persona debe consumirlos entre 3 a 7 veces por semana.
Sin embargo, la clave está en su cantidad.
Puesto que son alimentos muy calóricos, esta nutricionista explica que, para aquellas que están con una dieta hipocalórica por obesidad, no deben eliminarlos de su dieta, pero sí deben tener muy en cuenta los gramos que consumen.
Los frutos secos son ricos en grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas, que reducen el nivel de colesterol ‘malo’ y los lípidos de la sangre.
Algunos estudios han mostrado que las personas que comen frutos secos presentan una disminución del índice de masa corporal, de la circunferencia de la cintura y de la presión arterial sistólica.
También un menor peso, así como una prevalencia más reducida de los cuatro factores de riesgo para síndrome metabólico: obesidad abdominal, hipertensión, bajos niveles de colesterol HDL y glucosa alta en ayunas.
Por lo tanto, «un puñadito de entre 20 y 30 gramos diarios son suficientes y saludables«.