Axel Rudakubana. Este es el nombre del adolescente británico de 17 años acusado del asesinato con arma blanca de tres niñas en una clase de baile en la localidad costera de Southport, en el Reino Unido.
El joven ha comparecido este jueves ante la Corte de Magistrados de Liverpool, en el noroeste de Inglaterra. Contra él pesan los cargos por el apuñalamiento mortal de tres niñas de nueve, siete y seis años, pero también por el intento de asesinato de otras diez personas, ocho de ellas menores, que participaban en una clase de baile centrada en la música de Taylor Swift. Cinco menores y dos adultos siguen en estado crítico.
Normalmente, cuando el acusado de un crimen es menor de edad su identidad permanece en el anonimato. Sin embargo, los disturbios «idiotas» producidos en las protestas organizadas por grupos de extrema derecha han llevado al juez Menary KC a cambiar de opinión, algo que la ley permite. Así, el magistrado ha argumentado que mantener el nombre del acusado en secreto suponía el riesgo de «permitir que otras personas con malas intenciones sigan difundiendo desinformación«.
El brutal asesinato de las tres niñas despertó una ola de indignación que grupos ultra trataron de capitalizar en las calles. Desde las redes sociales difundieron identidades incorrectas e informaciones falsas, como que el detenido era un inmigrante musulmán. A pesar de ser mentira, cientos de agitadores, entre ellos neonazis, se desplazaron a Southport, atacaron una mezquita y atacaron a la policía. Los disturbios se han extendido a ciudades como Hartlepool, Manchester y Aldershot. En Londres, más de un centenar de personas han sido detenidas.
El juez ha considerado que hay un «interés público genuino y adecuado en la identidad del acusado» y que revelarlo puede «ayudar a disipar la desinformación que existe, especialmente en Internet«. Rudakubana cumple 18 años el próximo miércoles, lo que habría permitido revelar su identidad. Eso, según el magistrado, podría proporcionar una «excusa adicional para una nueva ronda de desórdenes públicos».
El acusado, que se ha acogido a su derecho de no declarar, permanecerá en prisión preventiva hasta que se esclarezca el caso. Está previsto que vuelva a comparecer ante el Tribunal de Liverpool el próximo 25 de octubre. El 20 de enero se celebrará un juicio provisional de seis semanas de duración. Su familia, compuesta por sus padres y su hermano mayor de 20 años, ya ha sido trasladada para garantizar su seguridad.