Siete Juegos Olímpicos han tenido que pasar para que el entrenador ciezano José Antonio Carrillo haya visto cumplido un sueño: ver a uno de sus pupilos en el podio. Y este jueves 1 de agosto, gracias a un extreñelo afincado en Cieza, Álvaro Martín, lo ha conseguido. El siguiente paso será romper ese sombrero que siempre le acompaña, una promesa que hizo en su día como un técnico que se inspira en la mítica película Carros de Fuego.
Desde que en Atlanta 96 llevó a Fernando Vázquez a los Juegos, Carrillo ha estado en todos salvo en Sydney 2000. Rozó el podio en tres ocasiones con Juanma Molina, Miguel Ángel López y el propio Álvaro Martín, cuarto en Tokyo 2020. Ha sido en París, con la Torre Eiffel de fondo, donde Carrillo, un entrenador metódico que comenzó en la marcha por casualidad, donde lo ha logrado. El extremeño llegaba como candidato número 1 después de ser doble campeón del mundo el año pasado y aunque no ha logrado el oro, este bronce le sabe a gloria.
Con lágrimas en los ojos
«Veía que nunca llegaba, siempre estaba en las puertas. Mi sombrero de paja lo rompo hoy como en la película en Carros de Fuego. Esta vez sí lo voy a romper, ya era hora. El bronce me sabe a gloria«, ha dicho el ciezano, emocionado, con lágrimas en los ojos, a los micrófonos de la Cadena Cope. Porque por fin rompió el maleficio olímpico después de ver a sus atletas subir al podio en siete Mundiales y Europeos.
Más opciones en los relevos
Pero puede que no sea la única medalla que se lleve un pupilo de Carrillo en París 2024. Será el día 7 con el relevo mixto, donde Álvaro Martín formará dúo con la subcampeona olímpica María Pérez. Y también tendrá otra opción si finalmente la Federación Española, como es de esperar, elige a Miguel Ángel López Nicolás, el campeón de Llano de Brujas, forma parte del otro equipo.