Italia incrementa su flota de F-35 para cumplir sus compromisos con la OTAN y fortalecer su capacidad de defensa aérea.

Italia adquiere 20 cazas F-35 adicionales para ampliar su flota

Italia ha decidido expandir su flota de cazas F-35, reafirmando así su compromiso con la estrategia de defensa de la OTAN. Inicialmente, el país había reducido su compra de estos aviones debido a preocupaciones presupuestarias, pero ahora ha anunciado la adquisición de 20 unidades adicionales del F-35 Lightning II. Con esta compra, Italia se acercará a su objetivo original en cuanto al número de aviones.

La nueva compra incluirá variantes del F-35A y F-35B, diseñadas para despegue y aterrizaje convencional, así como para despegue y aterrizaje corto/vertical. La fabricación de estos cazas se llevará a cabo en la planta de ensamblaje de Cameri, Italia. En el pasado, el compromiso inicial de Italia fue de 131 cazas, pero el gobierno de Mario Monti redujo este número debido a restricciones presupuestarias.

El general Luca Goretti, jefe de la Fuerza Aérea italiana, ha defendido la adquisición del F-35, destacando su importancia para mantener la relevancia estratégica de la Fuerza Aérea. Goretti considera al F-35 como el sistema de armas más avanzado actualmente disponible, esencial para la defensa aérea nacional y para operaciones en escenarios de conflicto con adversarios equipados.

Contribución italiana al programa Joint Strike Fighter

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F-35

Italia es un miembro de nivel 2 en el programa Joint Strike Fighter, lo que refleja una inversión significativa de mil millones de dólares en el desarrollo del F-35. Esta inversión solo es superada por Estados Unidos y el Reino Unido. La participación italiana en este proyecto no solo incluye la adquisición de aviones, sino también una contribución importante al desarrollo y fabricación del avión.

El F-35 no es solo una aeronave para volar; según Goretti, se trata de un nodo de información de datos, lo que subraya su papel en la transformación de la mentalidad dentro de la Fuerza Aérea italiana. Desde 2018, Italia ha declarado la Capacidad Operacional Inicial (IOC) para sus F-35A, y el plan actual es completar la entrega de 90 unidades para el año 2030.

Hasta finales de 2023, Italia había recibido veintitrés F-35A y dos F-35B. Estos aviones están estacionados en bases en Ghedi y Amendola, mientras que algunos modelos de entrenamiento se encuentran en la base aérea Luke en Estados Unidos.

Expansión del uso del F-35 entre los miembros de la OTAN

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El F-35 ha sido adoptado por varios miembros de la OTAN, incluyendo Dinamarca, Italia, los Países Bajos, Noruega y el Reino Unido. Otros países como Bélgica, Canadá, la República Checa, Finlandia, Alemania y Polonia también han planificado la adquisición de este caza para fortalecer su seguridad y estabilidad regional.

Recientemente, Rumania y Grecia también han expresado su intención de adquirir el F-35, lo que aumenta la presencia de este caza multifunción en Europa. Lockheed Martin estima que, para finales de la década, habrá alrededor de 500 F-35 operativos en Europa.

No obstante, existen preocupaciones sobre la concentración de un solo tipo de avión entre tantos aliados, ya que cualquier problema en la cadena de suministro podría afectar a varios países. La demora en la implementación de la Actualización Tecnológica-3 (TR-3) es un ejemplo de cómo estos problemas pueden impactar en la entrega de aviones.

Desafíos y perspectivas futuras del F-35 en Europa

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El retraso en la actualización TR-3 ha llevado a que el Departamento de Defensa de Estados Unidos detuviera las entregas de nuevos aviones, mientras Lockheed Martin trabaja para resolver estos problemas. Se espera que los aviones producidos desde el verano pasado sean entregados a finales del próximo año, pero aún necesitarán actualizaciones adicionales.

El F-35 es actualmente el único caza de quinta generación disponible en Occidente, lo que lo convierte en una pieza clave en la defensa aérea frente a posibles amenazas de Rusia y China. A pesar de los desafíos, la importancia del F-35 se mantendrá alta hasta la introducción de nuevos aviones de sexta generación como el NGAD y el proyecto Tempest.

La presencia del F-35 en Europa no solo fortalece la defensa de los países individuales, sino que también facilita la interoperabilidad y el soporte cooperativo entre los miembros de la OTAN. Sin embargo, es crucial abordar los desafíos técnicos y logísticos para maximizar su efectividad en el teatro de operaciones europeo.

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