El periodista Pablo González, que fue detenido en febrero de 2022 en la localidad polaca de Rzeszow, donde se encontraba informando sobre la llegada de los refugiados ucranianos tras la invasión rusa, y posteriormente encarcelado, es uno de los presos intercambiados en el canje entre Rusia y Occidente.
Según informa ‘The Insider’, González será llevado a una cárcel rusa. Todo esto después de que el Kremlin y Occidente acordaran este jueves un importante intercambio de prisioneros, incluida la liberación de varios estadounidenses, como el periodista del Wall Street Journal Evan Gershkovich, detenido en Rusia desde 2023.
Este acuerdo, que sería uno de los más importantes desde la Guerra Fría, es el primero entre Moscú y Occidente desde la liberación, en diciembre de 2022, de la jugadora de baloncesto estadounidense Brittney Griner, detenida en Rusia por un caso de drogas e intercambiada por el famoso traficante de armas ruso Viktor Bout, encarcelado en Estados Unidos.
En 2010, en un intercambio anterior, 14 espías quedaron libres, entre ellos la rusa Anna Chapman, condenada en Estados Unidos, y Sergei Skripal, un agente doble encarcelado en Rusia.
Desde 1985 y 1986, último período de la Guerra Fría, no han tenido lugar, sin embargo, intercambios de prisioneros de gran magnitud.
González, de nacionalidad española y rusa, está acusado de espiar a miembros de la oposición por presuntamente haber estado espiando al menos desde 2016 a diferentes figuras de la oposición rusa en el exilio, principalmente a Zhana Nemtsova y a su círculo más cercano como Vladímir Kara-Murzá – actualmente en la cárcel, o Ilya Yashin – también detenido en Rusia-, según el periódico ‘Agenstvo’.
González estuvo realizando tareas como periodista desde 2014 hasta 2022. En Ucrania fue detenido pocos días antes de la ofensiva rusa en el país. Fue entonces cuando los servicios secretos ucranianos hicieron una copia del ordenador y teléfono del reportero, justo antes de pedirle que abandonara el país. Según apunta el mismo medio, González detalló en un informe a sus superiores el interrogatorio en la frontera de Ucrania y su miedo a utilizar sus cuentas bancarias. A sus superiores también les pedía que se le reembolsaran los gastos.