Desde el exilio, el líder político de Hamás, Ismail Haniya, vio a su familia menguar. En abril, el Ejército israelí mató a tres de sus hijos y cuatro nietos en un bombardeo contra el coche en el que conducían por el campo de Shati en el norte de la Franja de Gaza. Hace poco más de mes y medio, 10 miembros más de su familia, incluida su hermana, cayeron víctimas de un ataque en la misma zona. Entonces, dijo que más de 60 parientes habían sido asesinados desde el 7 de octubre. “Quién crea que matar a mis hijos cambiará a Hamás delira”, declaró hace unos meses. Ahora, le ha tocado su turno. Ismail Haniyeh ha muerto este miércoles en Teherán “como resultado de una redada traicionera sionista”, según ha denunciado Hamás.

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