El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, alertó el miércoles que “se avecinan días difíciles” para Israel, anticipando posibles represalias de Irán y sus aliados regionales tras los asesinatos del alto mando militar de Hezbolá en Beirut y del líder político de Hamás, Ismail Haniyeh, en Teherán.
Durante una conferencia en el cuartel general militar en Tel Aviv, luego de una reunión de tres horas del gabinete de seguridad, Netanyahu declaró que Israel enfrenta amenazas en toda la región a raíz del asesinato de Faud Shukr, a quien denominó “jefe del estado mayor de Hezbolá”, ocurrido en Beirut el martes por la noche.
“Estamos listos para cualquier escenario”, aseguró, añadiendo que “nos mantendremos unidos y firmes ante cualquier amenaza”. Además, advirtió que “Israel exigirá un precio muy alto por cualquier agresión en nuestra contra”.
(crédito de la foto: Majid Asgaripour/WANA/vía Reuters)
El martes por la noche, Israel se encontraba en estado de máxima alerta, anticipando posibles represalias por los ataques. Los asesinatos y las expectativas de una respuesta han aumentado el temor de que la guerra en Gaza pueda escalar a una guerra más amplia en Medio Oriente.
El Departamento de Estado de Estados Unidos instó a sus ciudadanos a evitar viajar al Líbano debido al aumento de tensiones, elevando su alerta de viaje al nivel cuatro, el más alto, recomendando a los estadounidenses que ya se encuentran en el Líbano que abandonen el país si es posible.
Aunque Israel confirmó su implicación en el ataque a Shukr, no se pronunció sobre el asesinato de Haniyeh. Netanyahu también evitó abordar el tema durante sus declaraciones del miércoles. No obstante, Irán y Hamás han responsabilizado a Israel por el ataque.
Mientras Netanyahu se dirigía al país, Hezbolá confirmó oficialmente la muerte de Shukr, más de 24 horas después de que las Fuerzas de Defensa de Israel atacaran un edificio de apartamentos de ocho pisos en el sur de Beirut. El grupo respaldado por Irán informó que Shukr será enterrado el jueves, y que su líder, Hassan Nasrallah, dará un discurso.
El Consejo de Seguridad de la ONU convocó una reunión de emergencia para el miércoles a las 16.00 horas de Nueva York (23.00 horas en Israel) para discutir el asesinato de Haniyeh, a petición de Irán y con el apoyo de Rusia, China y Argelia.
Por su parte, el presidente israelí, Isaac Herzog, exhortó al público a ser “responsable y vigilante” frente a las amenazas de Irán y sus aliados, pidiendo seguir las directrices emitidas por el sistema de seguridad. “No deseamos la guerra y no la desearemos, pero debemos estar preparados”, señaló el presidente.
El ataque israelí en Beirut se realizó en represalia por un letal ataque con cohetes de Hezbolá contra una ciudad drusa en los Altos del Golán el sábado, en el cual murieron 12 niños que jugaban en un campo de fútbol. Israel responsabilizó a Shukr de este ataque y de otros en el norte del país.
Muerte de asesor militar iraní en ataque en Beirut
La agencia de noticias iraní Fars anunció que Milad Bedi, asesor militar de Irán, murió en el ataque en Beirut que también cobró la vida de Shukr. Bedi estaba en el edificio que fue atacado por Israel y su cuerpo fue identificado el miércoles, según informó la agencia.
En relación con los recientes ataques, incluyendo el asesinato de Muhammad Deif, líder del ala militar de Hamás en Gaza, y el ataque al puerto de Hodeida en Yemen controlado por los hutíes, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, afirmó que Israel había infligido “golpes aplastantes” a Irán y sus aliados. Netanyahu destacó que Israel no tolerará agresiones contra su país.
Además, Netanyahu destacó la alianza entre drusos y judíos, referida como un “pacto de vida”, fortalecida en respuesta al ataque mortal de Hezbolá en Majdal Shams. En su discurso, se refirió a la represalia israelí y aseguró que “hemos saldado cuentas con [Hajj] Mohsin”, nombre de guerra de Shukr, y prometió tomar medidas contra cualquiera que les haga daño.
El primer ministro también expresó su rechazo a los ataques que han afectado a los residentes del norte del país, especialmente aquellos que han sido desplazados de sus hogares y cuyas comunidades han sido gravemente afectadas. “El asesinato de niños inocentes ha agravado el sufrimiento interminable”, declaró, subrayando que no permanecerán en silencio ante tales actos.
Por su parte, el jefe de la Fuerza Aérea israelí, mayor general Tomer Bar, declaró en una ceremonia de graduación de operadores de drones en la base aérea de Palmachim, que la IAF está preparada para “cualquier escenario”. Bar afirmó que la Fuerza Aérea israelí está equipada con numerosas aeronaves, tanto tripuladas como no tripuladas, listas para responder en cualquier momento y en cualquier lugar, asegurando que actuarán contra cualquier amenaza a los ciudadanos de Israel.
Israel cierra espacio aéreo ante posibles reacciones de Irán y Hezbolá
El miércoles, Israel se mantuvo expectante ante la posible respuesta de Irán y sus aliados tras los asesinatos de importantes líderes de Hamás y Hezbolá. En la mañana, la autoridad de aviación israelí anunció el cierre del espacio aéreo desde la ciudad costera de Hadera hacia el norte por 24 horas, con excepciones para vuelos de emergencia del ejército, la policía, bomberos y evacuaciones médicas.
El aeropuerto Ben Gurion no fue afectado por la medida, ya que las rutas comerciales normalmente no cruzan al norte de Hadera para llegar a este aeropuerto cercano a Tel Aviv. Sin embargo, dos aerolíneas estadounidenses suspendieron temporalmente sus vuelos hacia Israel.
Simultáneamente, el ministro de Asuntos Exteriores, Israel Katz, envió una misiva a varios homólogos internacionales solicitando que demanden “un cese inmediato de los ataques de Hezbolá, su retirada al norte del río Litani y su desarme, según la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU”. Esta resolución, que puso fin a la Segunda Guerra del Líbano en 2006, establece que Hezbolá no debería operar al sur del Litani, un mandato que la organización ha desobedecido al construir infraestructura militar a lo largo de la frontera israelí.
Katz subrayó que Israel no busca una guerra total, pero advirtió que la única forma de evitarla es la implementación de la Resolución 1701. “El ataque a Shukr envió un mensaje claro”, dijo Katz, añadiendo que “usaremos una gran fuerza contra quienes nos ataquen”.
En un discurso el miércoles, el primer ministro Benjamin Netanyahu señaló la presión nacional e internacional para terminar la guerra en Gaza. “No cedí ante esas voces entonces y tampoco lo haré ahora”, afirmó. Según Netanyahu, si Israel hubiera cedido, no habría logrado eliminar a líderes de Hamás, destruir su infraestructura, ni tomar el control de la frontera entre Gaza y Egipto. Esto, añadió, ha creado condiciones que podrían permitir el regreso de los rehenes y alcanzar todos los objetivos de la guerra.
“Todos los logros de los últimos meses se consiguieron porque no nos rendimos”, destacó Netanyahu, subrayando la valentía en tomar decisiones bajo presión. Concluyó su intervención diciendo: “Juntos lucharemos y con la ayuda de Dios, juntos venceremos”.
