La investidura de Salvador Illa como president de Cataluña ha dado sus primeros pasos gracias al acuerdo que el PSOE y ERC han rubricado este lunes. Un pacto que todavía tienen que avalar las bases de los republicanos y que incluye, entre otras cosas, una financiación singular para la región. Es precisamente este punto el que está generando muchas críticas, incluso dentro del PSOE y del mismo Gobierno de coalición. Los socios de Pedro Sánchez han difuminado la aprobación de esta alianza en el Congreso.

En concreto, desde Compromís, Chunta Aragonesista e Izquierda Unida -fuerzas que forman parte del grupo parlamentario de Sumar- ya han advertido de que este concierto económico no puede perjudicar a otros territorios, por lo que podrían dificultar su sí en la votación en la Cámara Baja. Es aquí, en el Hemiciclo, donde los partidos tendrán que votar esta reforma al tratarse de una modificación de la Ley Orgánica de Financiación de Comunidades Autónomas (LOFCA).


Un acuerdo que genera conflicto

El candidato y ganador de las elecciones autonómicas de Cataluña, el socialista Salvador Illa, podría convertirse en president del Govern el próximo miércoles 7 de agosto, cuando el Parlament acoja como pronto su debate y votación de investidura. Y esto es así gracias al pacto que el PSC y ERC han alcanzado en las últimas horas, aunque todavía tiene que ser sometido al escrutinio de los cerca de 80.000 afiliados del partido republicano.

También tiene que pasar con el Congreso, donde el Gobierno tendrá que llevar el pacto, concretamente la financiación singular para Cataluña que han acordado entre socialistas y nacionalistas. Este va de la mano de una reforma de la Ley Orgánica de Financiación de Comunidades Autónomas (LOFCA), por lo que necesita de una mayoría absoluta de 176 votos. Sin embargo, no está tan claro.

Por un lado está el bloque que apoyó la investidura de Pedro Sánchez -178 votos a favor-, en el que se incluye también Coalición Canaria y Junts per Catalunya, dos formaciones que no está nada claro que vayan a sumarse en esta ocasión al «sí». Los nacionalistas ya han mostrado reticencias a «asumir en la práctica el marco del PSC». Pero ahora, tras conocer los detalles pormenorizados del acuerdo, las dudas se han colocado también sobre el propio socio de la coalición.

Los socios se rebelan

En concreto, desde Compromís, Chunta Aragonesista e Izquierda Unida -partidos que forman parte del grupo parlamentario de Sumar- ya han advertido de que este concierto económico singular para los catalanes no puede perjudicar a otros territorios. Una de las primeras en poner voz a estas quejas ha sido la portavoz de Compromís en el Congreso, Àgueda Micó, quien ha sostenido que entendía la particularidad de Cataluña pero ha avisado de que no apoyarán ninguna reforma del sistema de financiación que no solucione el problema de la Comunitat Valenciana.

Monumento en Figueras


Y es que en el acuerdo de coalición entre el PSOE y Sumar se incorporó el compromiso de establecer un nuevo modelo de financiación autonómica para la región que esté «basado en los principios de equidad, solidaridad, autonomía financiera, corresponsabilidad fiscal, suficiencia financiera» yasí como que corriga «la infrafinanciación» de determinadas autonomías, especialmente la valenciana. Una modificación que, por ahora, no se ha producido.

«Desde ⁦Compromis⁩ tenemos bien claro a quien defendemos. Si se inicia el melón de la financiación al Congreso debe contar con una solución para los problemas de infrafinanciación del País Valenciano. Nada que decir del resto de pactos o acuerdos», ha apuntado también más tarde a través de la red social X, antes conocido como Twitter, haciéndose eco de la noticia sobre el cerrojazo de su formación. 

Pero también ha dado un tirón de orejas a Moncloa. «Llevamos desde 2011 trabajando para acabar con esta problemática, incluso en el acuerdo de Gobierno está establecido que se abordará la reforma del sistema para acabar con la infrafinanciación de los valencianos y valencianas. Si hacen falta los votos de Compromís para cualquier reforma del sistema de financiación, no daremos nuestro apoyo si no se aborda la singularidad del problema valenciano de infrafinanciación para que dejemos de estar a la cola de todos los territorios del Estado», ha sostenido ante los medios.

No ha sido la única. Algo parecido ha defendido el diputado de Chunta Aragonesista, Jorge Pueyo. «Que nadie tenga dudas, votaré en contra de cualquier financiación singular mientras no se pongan en marcha las herramientas bilaterales de financiación que figuran en el Estatuto de Aragón. Solo apoyaremos una reforma de la financiación si Aragón se ve generosamente compensado», ha sentenciado a través de un tuit.

Desde Izquierda Unida también han mostrado reticencias a un concierto exclusivo para Cataluña. «Los valencianos y valencianas llevamos muchos años aguantando un infrafinanciamiento por parte del Estado. Exigimos que cualquier reforma implique una compensación justa. Solo así daremos apoyo», ha sostenido Nahuel González, parlamentario de IU por Valencia. Mismo argumento que el coordinador de IU Andalucia, Toni Valero.

«Andalucía necesita una financiación que garantice cohesión social y equilibrio territorial. Hacia un modelo territorial federal, solidario y plurinacional. Sin que las fórmulas de la derecha reaccionaria ni de una confederalidad asimétrica acentúen las desigualdades», ha escrito en su perfil oficial el también diputado de Sumar en el Congreso. De hecho, solo unas horas antes Valero pidió al presidente de la Junta de Andalucía, el popular Juanma Moreno, que defienda la «singularidad financiera» de Andalucía.

Cabe señalar que, pese a estas discrepancias manifiestas, desde Sumar no se ha hecho ninguna valoración oficial sobre este asunto. Así lo ha dejado claro la ministra de Sanidad y líder de Más Madrid, Mónica García, que este martes ha estado presente en la rueda de prensa del Consejo de Ministros. No ha querido contestar a las preguntas sobre este tema, aunque ya hace unas semanas sí defendió «la descentralización y la transferencia» de competencias. Eso sí, también aseguró que no podían existir «ciudadanos de primera y de segunda».

Tampoco los comunes que lidera Jéssica Albiach se han posicionado por ahora, pero en anteriores ocasiones han defendido una financiación diferente para Cataluña. Sus votos son fundamentales para la investidura de Illa y ya en las últimas horas han cerrado una alianza para ello. Pero también hay otras incógnitas, como el Bloque Nacionalista Galego (BNG), que ya ha pedido al Gobierno de Sánchez un concierto para Galicia. «Tendrá el mismo trato que Euskadi y Cataluña en cualquier avance que haya», ha sostenido su portavoz, Néstor Rego.

 

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