España se agarró a dos puntos indispensables para sobrevivir en el ajustado Grupo A. Encaró su partido con Japón, la tramposa ‘cenicienta’, sabiendo que no había invictos, ya que Alemania había caído ante Croacia 3-1-26, que todo se apretaba más y necesitaba igualar a sus próximos rivales a 4 puntos.
Lo logró, 37-33. Acabó doblegando la resistencia del incómodo Japón del entrenador del Barça Carlos Ortega, seleccionador estas semanas de un equipo al que ya dirigió en el pasado.
Los ‘Hispanos’ dieron una vuelta de tuerca al encuentro en la segunda mitad. Se pusieron serios en defensa y apareció la figura gigantesca de Rodrigo Corrales en la portería. Había sustituido a Gonzalo Pérez de Vargas, que se fue al banquillo con una sola parada, acribillado por los nipones en unos primeros minutos de correcalles.
Con el cangués parando y Kauldi Odriozola robando balones importantes para salir al contraataque, España no entró en serios problemas. Nunca pudo relajarse, pero sí mantuvo unas diferencias de cuatro y cinco goles (la máxima con 34-29 a siete minutos de la conclusión) que le dieron un colchón de calma.
Controló finalmente un partido que comenzó al ritmo que genera Japón. Enloquece los encuentros con su velocidad endiablada. Recursos técnicos ejecutados vertiginosamente. Ante la inferioridad física, muchas piernas y caos. Conducir a la locura a un rival superior.
España sufrió en defensa al principio. Demasiado blanda, sin leer la velocidad de los asiáticos, con poca agresividad. Entre Gonzalo Pérez de Vargas y Rodrigo Corrales, 3 paradas de 21 lanzamientos. Una pesadilla para ellos.
En una dinámica general nipona, los ‘Hispanos’, que gustan asimismo de correr y que el balón fluya, entraron en el correcalles con solvencia en ataque. Tuvieron sendas ventajas de +3 (13-10 y 20-17). A rachas. Al descanso, 20-18: ¡38 goles!
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A la vuelta del vestuario, una España más contundente. Ortega sorprendió unos minutos con un siete contra seis, vaciando portería, pero enseguida se ajustó la retaguardia hispana.
Los últimos cinco minutos fueron una exhibición de Rodrigo Corrales. Segundo triunfo en tres partidos, quedan Croacia y Alemania en un torneo de balonmano muy duro. Se recuperó del golpe recibido el primer día ante Eslovenia el pivote azulgrana Javi Rodríguez, que se reincorporó a la alineación tras tener que ser sustituido por Adrià Figueras ante Suecia.
Ficha técnica
España-Japón: 37-33
España: Gonzalo Pérez de Vargas (Rodrigo), Garciandía (3), Serdio (1), Aleix Gómez (3), Sánchez-Migallón (2), Dani Dujshebaev (5), Dani Fernández (3) -equipo inicial-, Maqueda (1), Tarrafeta (3), Alex Dujshebaev (4), Casado (4), Odriozola (6) y Javi Rodríguez (2)
Japón: Okamoto (Nakamura), Yasuhira (7, 3p), Sakurai (1), Sugioka (4), Yoshida (3), Baig (1), Tokuda (4), Watanabe (3), Motoki (2), Tamakawa (1), Fujisaka (7) y Takano
Marcador: 3-4, 9-7, 13-11, 16-15, 19-17, 20-18 (descanso); 23-20, 26-22, 30-27, 32-29, 34.31 y 37-33 (final)
Árbitros: Ivan Pavicevic y Milos Raznatovic (Mne)
Exclusiones: Una, a Tokuda
Incidencias: Tercera jornada del Grupo A, en el Arena París Sur