India acelera las tareas de rescate en las condiciones más complicadas mientras crece el número de víctimas de los deslizamientos masivos de tierra en la madrugada del lunes. Son ya 158 muertos y 220 desaparecidos, según el último recuento oficial, lo que acerca esta tragedia a los 400 muertos que causaron las torrenciales lluvias en 2018. El Parlamento ya estudia declarar estos corrimientos de tierra en Kerala, el estado más castigado, como un desastre natural. El Gobierno ha prometido pagos del equivalente a 2.200 euros a las familias de los fallecidos y de 550 euros a las de los heridos.

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