Un luchador nato como el excampeón de España del peso supergallo, Cristian ‘Pluto’ Montilla, afronta su batalla contra el cáncer como ha afrontado cada una de las peleas en el ring, con trabajo, sacrificio, esfuerzo y esa mente privilegiada que le permite superar las adversidades con optimismo y con los pies en el suelo. Pulgada a pulgada, día a día, la batalla por su vida ha comenzado, un combate que solo piensa en ganar.
El pasado mes de febrero la vida de Cristian Pluto Montilla, el último campeón de España canario en el peso supergallo, iba a cambiar. El motivo, un bulto sospechoso debajo de su ombligo que despertaba todas las alarmas y derivaba en un diagnóstico indeseado, un linfoma no Hodgkin.
El tipo de cáncer que padece el púgil y entrenador isleño comienza en los glóbulos blancos llamados linfocitos que forman parte del sistema inmunitario del cuerpo afectando al sistema linfático del cuerpo, que ayuda a combatir infecciones y algunas otras enfermedades, además de ayudar a los fluidos a moverse por el cuerpo.
Quizás por su carácter de guerrero que le llevó en su momento a coronarse como el mejor boxeador de España en su categoría, lo cierto es que Pluto es todo un ejemplo de entereza y de superación para todas aquellas personas, que como él, se encuentran en una pelea a vida o muerte con el temido bicho.
«Lo llevo bien desde que me lo diagnosticaron», reconoce sin tapujos al tiempo que aclara que a diferencia del «linfoma de Hodgkin que tuvo el jugador de la UD Las Palmas –Kirian Rodríguez–, el mío es algo más agresivo».
Más allá de las nuevas circunstancias que le han tocado vivir en las que como él mismo señala, «pasé de ser morenito y con barba, con cejas y pestañas, a verme todo blanco, sin cejas y sin pelo, además de todas las molestias que sientes en el cuerpo»; lo cierto es que ha decidido coger el toro por los cuernos y seguir manteniendo la rutina diaria que le llevó en su vida deportiva hasta lo más alto en el panorama pugilístico nacional. «Entreno, doy clases de boxeo y hago mi vida con total normalidad, pero es verdad que hay momentos en los que hay que luchar mucho para simplemente levantarte, sacar las fuerzas de donde puedes para salir a correr, hacer la compra o las tareas de casa», reconoce Montilla.
«Pasé de estar morenito y con barba a verme blanco, sin cejas, sin pelo y con molestias en el cuerpo»
Si en el boxeo la cabeza es casi más importante que la fuerza de los puños, en el caso de la batalla contra el cáncer es incluso más importante. Reconoce que en su caso «mi cabeza es incluso más fuerte que mi físico» y esa fortaleza mental es la que le permite afrontar esos momentos de bajón para intentar cumplir la promesa que le hizo a sus familiares y amigos cuando le detectaron la enfermedad: «Seguiré siendo el mismo. Gracias a Dios, a mi físico y a todo lo que he entrenado durante toda mi vida mi cuerpo está respondiendo bastante bien».
Las revisiones son vitales
Esta experiencia vital que le ha tocado vivir le ha permitido a Pluto darse cuenta de la importancia de la prevención y de tener un diagnóstico lo antes posible
«Hay que hacerse revisiones y acudir al médico por cualquier bulto que tengas y más con el sistema sanitario que tenemos en España, en mi caso desde que fui me han gestionado todo muy rápido, estoy muy agradecido al personal del Hospital Doctor Negrín y en especial al doctor Luzardo que es quien me está llevando actualmente», relata Montilla.
«El 6 de febrero me noté un bulto en la barriga bastante grande que me vio mi novia, y el cuerpo me dio un bajón que no es normal en mi, porque soy una persona que siempre está entrenando, que doy clases y siempre tengo mucha energía, pero ese día me dio un bajón terrible que me hacía pensar que me estaba pasando algo, no dormía bien, sudaba bastante y fui al médico». Esa decisión que adoptó en ese momento fue el primer gancho directo que le propinó al cáncer, porque fue el primer paso para ser consciente del enemigo al que se enfrentaba y poder combatirlo con garantías.
A pesar de que la biopsia que le hicieron en primera instancia arrojó «un resultado negativo», la laparoscopia que le practicaron a continuación no dejó ningún lugar a dudas y le puso nombre y apellidos a su enfermedad: «un linfoma no Hodgkin».
Sin embargo, antes incluso de conocer los primeros resultados, Cristian Montilla era consciente de que algo no iba bien en su cuerpo, que por su profesión, conoce a la perfección.
Conocer a su enemigo le permite ser consciente de que «es la pelea más importante de mi vida y desde el primer minuto en el que me dijeron que tenía algo malo dentro de mí decidí que tenía que luchar para vencer a estas células malas».
El desgaste del tratamiento
Pluto tiene claro que lo peor del proceso está siendo «el paso por los tratamientos de quimioterapia e inmunoterapia», si bien la experiencia previa de su madre que pasó por la misma situación, le ayudó a afrontar ese nuevo reto en su camino, sabiendo donde se metía y lo que le esperaba. «Todos me decían que iba a ser un proceso duro y complicado, pero yo senté a todos mis familiares y les dije que iba a seguir siendo el mismo, porque tengo fuerza de sobra para hacerlo y así lo he llevado durante todo este proceso», desvela.
«Aconsejo a todo el mundo que se haga revisiones y acudan al médico por cualquier bulto que tengan»
Todavía quedan asaltos por delante, pero las noticias que vienen de los servicios médicos son positivas: «Las últimas pruebas dicen que todo está saliendo bien y que el tumor ahora es más pequeñito». Buenas noticias sin duda para afrontar con con decisión, pero sin confiarse, la última recta del camino para sanarse.
Lo que tiene claro es que su vida dedicada al deporte está siendo de un valor incalculabe en este combate a vida o muerte, por lo que aconseja «a todo el mundo que hagan deporte, el que sea, para sentirse realizados y sentir que el cuerpo está fuerte por dentro», aunque reconoce que en su caso el médico le pide que afloje un poco, porque en ocasiones realiza un esfuerzo muy superior al aconsejable en su caso.
«Entreno, doy clases de boxeo y hago mi vida con total normalidad, pero hay momentos difíciles»
Junto a otro ilustre púgil como Yeray El Pera, Pluto sigue acudiendo cada día a la Escuela Perabox para impartir lecciones sobre el noble arte y sus valores entre los jóvenes.
Llegar a ser campeón de España le permitió conocer el éxito deportivo en su carrera profesional y le ha brindado un altavoz con el que puede ayudar a miles de personas que están pasando por su misma situación y que pueden tomar como ejemplo su filosofía de vida. Luchar cada día por lo que deseas conseguir en tu vida es el único camino hacia el éxito.
Pluto ha sabido adaptar su día a día a sus visitas al Dr. Negrín para someterse a su tratamiento médico (izquierda), pero sin renunciar a su pasión, el boxeo y a transmitir sus conocimientos a los jóvenes –en la imagen de la derecha, junto a Yeray El Pera, poniendo los guantes a Tiago, uno de sus alumnos. |
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