Ante el repunte de la población de topillo campesino detectado en los últimos días en provincias como Zamora, la consejería de Agricultura ha advertido de la necesidad de que «todos los actores implicados» ejecuten las medidas agronómicas y sanitarias recomendadas por el Observatorio de Plagas y Enfermedades Agrícolas de Castilla y León para intentar controlar la especie y frenar su rápida expansión.
El viceconsejero de Política Agraria Comunitaria y Desarrollo Rural de la consejería, Jorge Llorente, ha presidido este miércoles la reunión del grupo de coordinación y cooperación para la gestión del topillo campesino, en la que reiteró la importancia de actuar de forma integral en las vías de dispersión, para minimizar el riesgo de propagación de los roedores.
Del mismo modo, incidió en la necesidad de reducir al máximo las zonas en las que los roedores puedan encontrar alimento y protección, aprovechando el periodo de cosecha y la preparación del terreno para las siembras.
En la reunión, también se repasaron las pautas que deben seguir los profesionales del sector agrario para prevenir y controlar los reservorios, tales como la destrucción mecánica de huras y galerías, favorecer la presencia de aves rapaces, el incremento de la frecuencia del riego o el uso controlado de fitosanitarios autorizados.
La sesión de trabajo del grupo celebrada en Valladolid, a la que asistieron representantes de las diferentes organizaciones agrarias, también sirvió para recordar que la labor de monitorización y vigilancia es una herramienta básica para conocer en todo momento el estado de la situación y la evolución de las poblaciones y, en base al análisis de los datos obtenidos, adoptar las decisiones oportunas.
Del mismo modo, la consejería ha solicitado a los representantes de las organizaciones agrarias, Diputaciones provinciales, Delegación del Gobierno, Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF), Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), Agroseguro y SEO Bird Life, que «actúen de forma prioritaria y actualicen las actuaciones que vayan realizando».
Aunque los mayores daños provocados por el topillo se han detectado en pueblos palentinos, Zamora no es ajena a la rápida propagación de la especie. En este sentido, el presidente provincial de Asaja, Antonio Medina, precisó que las primeras pérdidas provocadas por los roedores se detectaron en terrenos agrícolas de la comarca de Tierra de Campos, pero se han expandido a otras zonas de la provincia como Tierra del Pan.
Además, en los últimos días, agricultores de otras comarcas como Toro y Benavente han constatado una mayor presencia de topillos en sus parcelas, con el consiguiente riesgo de sufrir daños en sus cosechas.
Garbanzo y viñedo
Asaja, como matizó Medina, sigue reclamando a la Junta que apruebe la declaración de plaga y que «pague los daños» que, en Zamora, se han detectado principalmente en parcelas cultivadas con trigo y alfalfa, aunque también se han apreciado en terrenos sembrados de girasol o de garbanzos. Incluso, en zonas de producción vitivinícola como Toro existe cierto temor ante el avance de los topillos y de que puedan dañar los viñedos cuando quedan pocas semanas para el inicio de la campaña de vendimia.
Por otra parte, el presidente provincial de Asaja aseguró que los agricultores zamoranos han apreciado el repunte «cuando han metido las máquinas» para cosechar sus parcelas, en las que los topillos han encontrado el «refugio» necesario para alimentarse y para protegerse de las aves rapaces. Por los motivos expuestos, Medina planteará en la próxima reunión del Consejo Provincial Agrario que, de cara a la próxima campaña agrícola, se permita «voltear» el terreno, aunque también insistirá en la importancia de que la Junta apruebe la declaración de «plaga».
En la misma línea, Lorenzo Rivera, presidente de COAG Zamora, reconoció que la eclosión de los topillos también «está avanzando» en la provincia y «cada vez es más fuerte». Por esta razón, insistió en la necesidad de aplicar un estricto «protocolo de actuación», que pasa por intervenir con diligencia en las «vías de dispersión», tales como cunetas, regatos, desagües o zonas adyacentes a infraestructuras de comunicación o hidráulicas.
Del mismo modo, remarcó la importancia de instaurar de inmediato otras medidas como la destrucción mecánica de huras y galerías mediante motoniveladoras o cuchillas, así como la instalación de estructuras para el control biológico del topillo, tales como cajas-nido o posaderos para aves rapaces.
No obstante, Rivera apuntó que en las zonas en las que se detecte un elevado índice de «gestación», es necesario aplicar tratamientos químicos para intentar frenar el repunte de topillos registrado en los últimos días. Por último, remarcó que es necesaria una mayor «flexibilización» en aquellas parcelas agrícolas que, por la PAC, se han dejado sin sembrar para favorecer la biodiversidad, ya que pueden contribuir a la rápida propagación de los topillos.
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