El mayor banco de Europa, HSBC, registró en el primer semestre de 2024 un beneficio neto atribuido de 16.586 millones de dólares (15.322 millones de euros), lo que supone un descenso del 2,24% con respecto al mismo período del año anterior.
La cifra bruta de beneficios incluye una ganancia de 4.800 millones de dólares por la venta de su negocio en Canadá pero también un deterioro de 1.200 millones de dólares ante la planeada salida de Argentina, indicó el grupo en un comunicado remitido a la Bolsa de Hong Kong, donde cotiza. En la cuenta de resultados también se explica que en el primer semestre del año pasado se incluyeron ganancias por la compra de SVB UK y la anulación de pérdidas por la venta de los negocios de banca comercial en Francia.
Entre enero y junio, la facturación del grupo aumentó un 1,13% interanual hasta los 37.292 millones de dólares (34.449 millones de euros).
Sus ingresos netos por intereses cayeron un 7,41% hasta unos 16.911 millones de dólares (15.623 millones de euros) debido a la venta de negocios, la migración de depósitos o reasignaciones en la cartera de negociación, que ejercieron de contrapeso al crecimiento experimentado en Reino Unido y otros mercados. Por su parte, el margen neto de interés -diferencia entre intereses devengados y los que se han pagado a los clientes- se situó en el 1,62%, 8 puntos básicos menos que hace un año.
El consejero delegado saliente del grupo, Noel Quinn, calificó los resultados de «potentes» y aseguró que son «prueba de que nuestra estrategia está funcionando», mostrando su confianza en ella incluso en un posible entorno de tipos de interés más bajos.
Quinn, satisfecho antes de su marcha
Quinn -que en septiembre dejará su cargo en manos del hasta ahora director financiero, Georges Elhedery- aseguró sentirse satisfecho con su desempeño durante los cinco años que ha ocupado el puesto: «Mi objetivo era conseguir un rendimiento financiero a la altura de nuestro prestigio. (…) Creo que lo hemos logrado y que hemos creado una plataforma sólida para el crecimiento».
Según indicó HSBC en el comunicado, al cierre del semestre tenía 938.257 millones de dólares (866.785 millones de euros) concedidos en créditos en términos netos, un 2,22% menos que a finales de 2022, mientras que los depósitos ascendían a 1,59 billones de dólares (1,47 billones de euros), lo que supone un descenso del 1,11% a lo largo de los primeros seis meses del presente ejercicio.
A finales de junio, la ratio de solvencia ‘Tier 1’ (recursos propios básicos) se situaba en el 17,3%, 0,4 puntos por encima del dato del cierre de 2022. La compañía también destacó un aumento interanual del 5,43% en los gastos operativos debido a una mayor inversión en tecnología, las presiones inflacionistas o unos mayores incrementos de los pagos por rendimiento.
De cara al futuro, Quinn indicó: «Estamos convencidos de que tenemos la estrategia y el modelo de crecimiento de ingresos adecuados, incluso en un entorno de tipos de interés más bajos».
Por tanto, apuntó el directivo, las previsiones de HSBC en materia de rentabilidad sobre fondos propios tangibles (RoTE) se sitúan ahora en torno al 15% tanto para 2024 como para el año que viene, pronosticando asimismo unos ingresos por intereses de unos 43.000 millones de dólares (39.724 millones de euros) en el presente ejercicio. Entre los factores que podrían lastrar ese rendimiento, el banco mencionó específicamente la guerra en Ucrania, el conflicto entre Israel y Hamás o la crisis inmobiliaria en China.