A las 8h de la mañana, las 55 triatletas saltaban al río Sena dando el pistoletazo de salida a la primera competición en sus aguas, después de anularse dos entrenamientos por la mala calidad del agua. Una imagen para la historia de Francia, tras 100 años de prohibición del baño, pero que se ha visto empañada por la polémica desde el primer segundo de competición, cuando varias atletas saltaban al Sena antes de tiempo. 

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