Mientras el techo retráctil de la Suzanne-Lenglen se desplegaba sobre la pista, en previsión de las tormentas anunciadas para esta tarde de miércoles en París, Carlos Alcaraz rugía el «¡Vamos!» más sonoro de cuantos han escuchado las instalaciones de Roland Garros estos días. Corría el sexto juego del segundo set y el ‘break’ que motivaba el nadalesco grito dejaba enfilado el primero de los dos compromisos del día.
Un juego más tarde, en el quinto, el murciano ya se destaba, levantando los brazos, reclamando el aplauso y el apoyo de la grada. Y lo tenía, claro. Solo unos minutos más tarde, en el sexto juego de ese segundo set, Alcaraz sellaba su pase para los cuartos de final del cuadro individual (6-4 y 6-2). El ruso Roman Safiullin, bajo bandera neutral en estos Juegos, no iba a hacerle descarrilar de su doble aspiración dorada aquí en París.
Hora y media de desgaste
A las 16:16 horas, Alcaraz cerraba un partido que había comenzado exactamente una hora y media antes, y cambiaba el chip para jugar de nuevo, menos de tres horas después, junto a Rafa Nadal. Una jornada exigente para él, en la que también buscará colarse en la semifinal del cuadro de dobles masculino, para lo que el balear y él deberán derrotar a los estadounidenses Austin Krajicek y Rajeev Ram.
Carlos Alcaraz sintió este miércoles algo muy español, que es darse cuenta un 31 de julio de que tiene un montón de trabajo acumulado que debe sacar adelante sí o sí antes de que empiece agosto. La diferencia es que él no se va de vacaciones, ni siquiera se sumerge en jornada intensiva, o al menos no desea hacerlo, porque su doble aspiración de medalla estos Juegos Olímpicos sigue vivísima y eso le obliga al pluriempleo y la jornada partida.
Arranque voraz de Alcaraz
El arranque de Alcaraz fue voraz, después de conceder un 40-0 con dos restos iniciales horribles. La pausa para el café de la mañana que se te alarga en la oficina. La respuesta del murciano fue apuntarse 12 de los 13 puntos siguientes, comenzar a despachar informes como un loco, elevando el 3-0 en el marcador en apenas 11 minutos de partido. Todo ello sin aparente esfuerzo, con sensación de ir dosificando su energía.
Pero, las cosas de Alcaraz a veces, ese puntito de desconcentración que viene y va, Safiullin se apuntó el siguiente juego, rompiendo su servicio en blanco. Nada que fuera preocupante, pues el murciano no tuvo problemas en atar el primer set, firme en su servicio y empezando a lucir su derecha.
Misma dinámica para el segundo set, de nuevo con iniciado con un break a favor de Alcaraz, esta vez en blanco. Un colchón más que suficiente para ir madurando el partido y resolverlo definitivamente con rompiendo el servicio del ruso en el séptimo, para cerrar el duelo con un cómo 6-2.
Ahora, contra Tommy Paul
Su rival en cuartos de final será el estadounidense Tommy Paul, que en el partido jugado justo antes en la Suzanne-Lenglen derrotó al francés Corentin Moutet en dos sets (7-6 y 6-3). Número 13 del mundo, se ha enfrentado cinco veces a Alcaraz, con dos victorias para él en los últimos Masters de Canadá. Será la primera vez que se vean las caras sobre tierra batida, en un duelo que se disputará el jueves o el viernes. Su último partido fue en cuartos de final de Wimbledon, con triunfo del murciano en cuatro sets.