El Parque Natural de Cabo de Gata revive una historia ya conocida, la del empuje del ladrillo colonizando parajes naturales. En este caso, un proyecto que ha quedado varado varias veces está a punto de conseguir su autorización.

Se trata de un hotel en la playa de los Genoveses en Almería, una de las playas vírgenes mejor conservada y uno de los mayores emblemas del geoparque volcánico mediterráneo. Ahora, el paisaje cambiará. El Ayuntamiento de Níjar acaba de admitir a trámite la actuación extraordinaria en suelo rústico para rehabilitar un cortijo como hotel.

El proyecto, ubicado en el cortijo ‘Las Chiqueras’, propone la construcción de un hotel de cuatro estrellas con 30 habitaciones y piscina y se presenta como un Hotel Boutique. El consistorio, que desde al año pasado está en manos de PP y Vox, a pesar de la mayoría de votos para el PSOE, puede ahora adoptar una decisión discrecional y considerar el hotel de interés público.


La pelota está en el tejado del ente municipal de Níjar una vez que la Junta de Andalucía otorgó la autorización ambiental condicionada a que la empresa hotelera use agua depurada para regar sus jardines y que cuente con la declaración de interés público del proyecto del Ayuntamiento. El PP, desde hace años, se ha mostrado a favor de este proyecto, en contraposición a la anterior alcaldía, que trató de frenar el complejo hotelero.

El Parque Natural de Cabo de Gata–Níjar tiene más de 50.000 hectáreas. La zona es Reserva de la Biosfera por la UNESCO y eso implica que varios colectivos se revuelven contra proyectos como el de ‘Las Chiqueras’; “el problema no son estas 30 habitaciones, es que está tratando de colonizar el Parque con un modelo disperso”, dice la representante de la entidad Amigos del Parque Natural de Cabo de Gata, Pilar González.

Hoteles bonitos, pequeños y ecológicos…

Pero, al fin y al cabo, muchos hoteles. Entidades ambientalistas como Amigos del Parque Natural de Cabo de Gata, Grupo Ecologistas Mediterráneo (GEM) o Ecologistas en Acción o la nueva plataforma Genoveses sin Hotel alertan contra este modelo turísticos de pequeñas explotaciones hoteleras, revestidas de sostenibilidad, pero que ponen en peligro -dicen- el equilibrio ambiental y el turístico.

Los movimientos ambientalistas ya recurrieron la declaración ambiental unificada de la Junta de Andalucía y advierten que se personarán contra el consistorio si el proyecto sigue adelante. “No hablamos solo de este hotel, sino de muchos, hay otros proyectos en ciernes en el la zona, pasa en Rodalquilar o Fernán Pérez.

El modus operandi de las empresas se repite: compran cortijos abandonados, los rehabilitan y una vez hecha la inversión, solicitan el cambio de uso de suelo rústico para permitir la instalación de un hotel, “siempre con la apariencia de ecohotel o sostenibilidad, pero son explotaciones al fin y al cabo”, valora Pilar González.

Juan Manuel Moreno Bonilla. EP


Los detractores de la nueva explotación recopilaron a principio de año de 261.000 firmas de ciudadanos en rechazo a la apertura del establecimiento. La compañía Torres y González Díaz S.L, responsable del proyecto, es propietaria de los cortijos contiguos a ‘Las Chiqueras’, denuncian los ambientalistas.

“Tiene prácticamente la totalidad de suelos de esta zona” explica Antonio Fernández, del Grupo Ecologista Mediterráneo (GEM). La empresa es heredada de un gran latifundista del pasado siglo que, junto a su esposa, la célebre Doña Pakyta —una prominente figura de la aristocracia sureña— mantuvieron el Parque en su estado actual.

Los cortijos de la Bahía de Genoveses siempre han sido espacio agrícola donde, según la regulación de la propia Junta de Andalucía, no se puede alterar la actividad económica. El Plan de Ordenación de los Recursos Naturales del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar define para esta zona “el mantenimiento de la capacidad agrológica de los suelos, así como de las actividades agrarias y de aquellas otras compatibles”.

Antonio Fernández lamenta que iniciativas como esta fomentan un «modelo de urbanismo disperso» en una zona de suma fragilidad biológica. El paraje es virgen y carente de abastecimiento hídrico o de saneamiento, “si se habilita para este espacio, claramente se abrirá la veda a otros hoteles similares». 

Un modelo de ocupación dispersa

«Si no hiciéramos ruido el hotel ya estaría construido, es un sinsentido porque es obvio que tras este proyecto vendrá otro en el entorno. Implantando así un resort de lujo privado en pleno Parque Natural», opina Pilar González y privatizando el espacio de un paisaje que es parte del imaginario colectivo gracias en parte a las películas allí rodadas, como Indiana Jones, Lawrence de Arabia, los western de Leone y Eastwood, etc.

Cabo de Gata es uno de los pocos entornos del mediterráneo español que ofrece al visitante playas vírgenes y sin urbanización cercana. Es Parque Natural, Humedal de Importancia Internacional, Reserva de la Biosfera UNESCO, Zona Especialmente Protegida de Importancia para el Mediterráneo y Lugar de Interés Comunitario de la UE.

En aras de la protección ambiental, la Junta de Andalucía limitó el acceso en vehículos privados a playas como la de los Genoveses. Según datos de Turismo, a la Bahía acceden más de 200 mil personas cada verano y la ocupación hotelera triplica en verano a la población visitante del resto del año. A esto habrá que sumar a los posibles inquilinos futuros, que tendrán un acceso privilegiado a las paradisíacas Genoveses y Mónsul.

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