En el primer semestre del año, Prosegur ganó un 22,2% menos al registrar un beneficio neto consolidado de 27,6 millones de euros. Sin embargo, las ventas durante el periodo han aumentado un 6,9%, hasta los 2.348 millones de euros.
El EBITDA ha logrado un crecimiento cercano al 5%, con 255,6 millones de euros. La deuda financiera neta a cierre del primer semestre alcanzó los 1.164 millones de euros, con un coste medio del 2,8%, y el nivel de endeudamiento se mantiene estable, con un ratio de deuda financiera neta sobre EBITDA de 2,8 veces.
«La presencia global de Prosegur y su enfoque estratégico en entornos inflacionarios han sido factores clave que han impulsado este excepcional crecimiento en todas las geografías. Se espera que esta dinámica de crecimiento se mantenga durante la segunda mitad del año, acompañada de una mejora adicional en la rentabilidad en términos orgánicos», asegura desde la compañía.
Por geografías, América Latina representó el 49,3% de los ingresos totales y ha experimentado un crecimiento del 6,6% con respecto al mismo período del año anterior, alcanzando una facturación de 1.159 millones de euros. Europa, por su parte, ha registrado un crecimiento del 10,2%, alcanzando los 944 millones de euros y representando el 40,2% de los ingresos del grupo.
En el resto de las geografías, las ventas han llegado a 245 millones de euros, experimentando un retroceso del 3,1%, afectado por las respectivas reestructuraciones del negocio acometidas en Australia y en la India.
«Estos resultados reflejan la sólida presencia global de Prosegur y su capacidad para trasladar eficientemente los aumentos de costos a tarifas, asegurando un crecimiento sostenible en sus principales regiones, a pesar de los efectos divisa y calendario y de la hiperinflación», dicen.