La Consejería de Medio Ambiente, Agricultura e Interior de la Comunidad de Madrid ha avisado este martes de la previsión de intrusión de una masa de aire africano hoy y mañana en la zona centro de la Península, según la información facilitada por el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT) y el Conejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

Durante el día 30 de julio de 2024 podrían registrarse concentraciones de polvo a nivel superficie de entre 10 y 100 microgramos por metro cúbico, que podrían llegar a 200 mañana miércoles, por lo que podrían elevarse los niveles de contaminación por partículas.

Aunque este episodio de calima previsto no supone un riesgo marcado para la salud, se recomienda que las personas con problemas respiratorios reduzcan la realización de actividades que supongan esfuerzo físico al aire libre.

Con objeto de reducir los niveles de partículas en el aire ambiente, se recomienda a la población la utilización del transporte público. La Consejería de Medio Ambiente, Agricultura e Interior mantendrá convenientemente informada a la población de la evolución de la situación en esta página web https://gestiona.comunidad.madrid/azul_internet.


¿Qué es una masa de aire africano?

La naturaleza del clima en el continente africano es predominantemente cálida debido a su ubicación geográfica en la zona tropical y subtropical del planeta. Sin embargo, existe un fenómeno climático que, aunque menos común, puede alterar esta percepción: la masa de aire frío africano.

Una masa de aire frío africano es una gran extensión de aire que se desplaza desde las regiones del norte de África hacia el sur, llevando consigo temperaturas notablemente más bajas de lo habitual. Estas masas de aire se forman generalmente en invierno, cuando el frío del continente europeo se desplaza hacia el sur, cruzando el Mar Mediterráneo y afectando el norte de África.

La formación de una masa de aire frío africano está vinculada a la dinámica atmosférica del hemisferio norte durante los meses invernales. Durante este período, las altas presiones en Europa Central y del Este empujan el aire frío hacia el sur. Este aire, que puede ser extremadamente frío y seco, se desplaza sobre el Mediterráneo y, eventualmente, llega al norte de África.

Una vez en África, esta masa de aire frío puede causar una disminución significativa de las temperaturas, incluso en regiones conocidas por su clima cálido. Las temperaturas pueden descender varios grados por debajo de lo normal, y en algunas zonas, esto puede llevar a la formación de heladas nocturnas y una notable reducción en la sensación térmica.

La llegada de una masa de aire frío africano tiene varios impactos, tanto en el clima local como en la vida diaria de las personas. En términos climáticos, puede alterar los patrones meteorológicos normales, llevando a condiciones inusualmente frías que pueden afectar la agricultura, la flora y la fauna local. Las cosechas pueden sufrir daños debido a las heladas inesperadas, y la fauna puede verse afectada por el cambio repentino de temperaturas.

En el ámbito social, las comunidades que no están acostumbradas a estas bajas temperaturas pueden enfrentar desafíos significativos. La infraestructura en muchas regiones de África no está preparada para el frío extremo, lo que puede llevar a problemas en el suministro de energía y calefacción. Además, las viviendas, construidas para soportar el calor, pueden ser ineficaces para mantener el calor durante las noches frías.

Aunque no son comunes, hay eventos registrados de masas de aire frío africano que han tenido un impacto notable. Uno de los episodios más recordados ocurrió en enero de 2012, cuando una ola de frío proveniente de Europa alcanzó el norte de África, llevando temperaturas inusualmente bajas a países como Marruecos, Argelia y Túnez. Durante este evento, las temperaturas descendieron por debajo de los 0 grados Celsius en algunas áreas, causando heladas y afectando a las comunidades locales.

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